jueves, 12 de diciembre de 2019

Miedo

Camino distraído. Mentira, eso es casi un cliché, un atajo para comenzar a escribir. La verdad es que nunca camino distraído. Siempre llevo algo de neurosis encima y presto mucha atención a quién está cerca de mí y si me quieren robar o hacer daño. Podría decirse. entonces. que camino con un miedo permanente que disimulo bien, eso creo

Aparte, hay un par de pensamientos recurrentes que se me cruzan por la cabeza cuando voy caminando; uno de ellos es que un carro va a perder el control y se va a subir al andén, por eso también me fijo mucho en los carros, pero sé que, aparte de esperar que mis reflejos estén al 100% en ese momento, poco podría hacer en tal caso. El otro es que por el lugar que transito ocurre una explosión: una bomba, un cilindro de gas, un petardo lo que sea; de ese solo espero que la onda explosiva no me joda. 

Camino. 

Paso de largo a una mujer que va hablando por celular y apenas quedo delante de ella, alcanzo a escuchar que dice :“Pero es que tengo miedo. ¿Qué tal que vuelva a pasar otra vez?", con un tono de voz que refleja angustia.

¿Qué es eso que puede ocurrir otra vez? desacelero debido a la tensión dramática que carga la frase, y espero que la mujer quede justo detrás mío para lograr atisbar a qué se debe su miedo, pero ahora ella llora desconsolada y no se entiende lo que dice. 

Espero un poco, pero todo sigue igual, hasta que decido acelerar el paso y dejar atrás a la mujer y a su miedo que, imagino, puede expandirse como una onda explosiva y terminar afectando a otras personas.