sábado, 24 de agosto de 2024

¿Escribo?

Un ruido me saca de mi sueño y me despierto sin saber muy bien quién soy. El silencio es casi absoluto y caigo en cuenta de qué fue lo que me despertó: La puerta del baño quedó desajustada y una corriente de aire hizo chirriar sus bisagras. Por alguna razón me dan ganas de escribir eso y lo hago en la aplicación de notas del celular.

Por estos días la migraña me ha obligado a tenderme en la cama la mayor parte del día. Así, con un desgano infinito, he visto pasar las horas. Me acompaña en esa noble tarea de hacer nada el hacer scroll down en el celular a modo de acto reflejo, como sin esperar nada a cambio de la vida.

Entonces me encuentro con el perfil de T. En Instagram. La sigo, pero no me sigue y no recuerdo cuando la agregué. T. escribe. Lo hace muy bien. Diría que mejor mucho mejor de lo que lo hago yo.  Soy bueno para eso, es decir, para identificar cuando alguien escribe bien.   ¿Y qué es escribir bien? Imagino que tiene que ver con dejar las entrañas en el papel. Escribir para seguir con vida, evitar enloquecer, y no para recibir aplausos.

Veo que tiene una cuenta en twitter (siempre será twitter, nunca X) y la busco. También la sigo ahí y tampoco me sigue en esa red. Es una de esas personas que me gustaría tener de seguidora, así no intercambiemos ni una palabra en toda la vida; pendejadas que uno piensa.

Busco más artículos de ella. Joder, que bien escribe, cuanta sensibilidad tienen sus textos, cuanta sinceridad. Se nota su cero afán de destacar y solo narrar. Se nota lo mucho que necesita sacar las palabras de su sistema.

Ahí es cuando me pregunto: ¿escribo? Leer a T. Me hace pensar que no, que escritura es lo que ella hace y que mis textos son tan solo un mero acercamiento. Igual no importa, sea lo que sea que haga, escritura o no, lo seguiré haciendo.