martes, 15 de marzo de 2016

Sin Coartada

Estoy tratando de recordar que hice el Viernes pasado, parece que lo que haya hecho, nada raro la verdad, se borró de mi mente.  Creía haberme visto visto con una amiga, pero hoy alguien me hizo caer en cuenta que eso fue hace dos semanas.  De ser cierto, le quede mal a otro amigo que me llamó ese día, le dije que no podía y que mejor nos viéramos el siguiente, que viene a ser el 11, el Viernes fantasma.

De acuerdo a los programas de crímenes que he visto lo más importante, para no ser implicado y quedar libre de toda investigación, es tener una coartada sólida.   

Suena el citófono y Luis el portero, me dice: "Lo están buscando dos agentes".  Sin saber de que se trata todo el asunto, le digo que los deje pasar.  Después de que timbran y abro la puerta, dos hombres, uno alto y gordo otro pequeño y flaco, ambos con gabardinas negras me saludan, se identifican y preguntan si pueden seguir.

Los hago seguir a la sala, se sientan, les pregunto que si quieren tomar algo, formalidades tontas que quien sabe desde cuando se practican. Cuando vuelvo con un vaso de agua para el gordo, pienso "No parece que usted sea muy fanático del agua", el pequeño me aborda y me pregunta por alguien que en  algún momento de mi vida fue un gran amigo, pero con quien ya no me hablo.

Recuerdo por qué nos dejamos de hablar, hubo un mal entendido con una exnovia y lo mandé a comer mierda, de milagro, en ese entonces, no nos fuimos a los golpes, me habría acabado.  Nunca solucionamos el asunto y preferimos dejarnos de hablar, a veces eso es lo mejor.  De repente el gordo me pregunta que si yo maté a ese hombre.

" ¿Yo?  ¿Cómo se le ocurré? si hace rato que no sé nada de él.
"Nos puede por favor decir donde estaba la noche del Viernes 11?"
No logro recordarlo, no sé con quién estuve o que hice.  El gordo anota algo en una libreta pequeña, más que su letra parecen unos garabatos. Se despiden y me dicen que no salga de la ciudad, pues  pronto se pondrán nuevamente en contacto conmigo.

Mientras espero a que aparezcan los agentes, todavía sigo sin saber que carajos hice ese Viernes.