viernes, 19 de diciembre de 2014

Antonella

A Antonella la conocí hace mucho tiempo.    Otra de esas tantas personas que pasan por la vida de uno como si nada, es decir, que habría dado lo mismo haberlas conocido que no.

Antonella era, quizas, una total desconocida pero forcé un par de encuentros con ella,  básicamente por un pensamiento a pura base de testosterona: "Está muy buena, quiero conocerla".

Hoy me acordé de ella mientras leía:

What must be like? To be admired before you've even said a word,
to be desired two or three hundred times a day by people who 
have absolutely no idea what you're like?"
- Starter for Ten -

Pasaba exactamente lo mismo con Antonella.  La única vez que salí a comer con ella, los tipos se quedaban mirándola como bobos, solo por el hecho de que estaba buena y ya.  Ese día me aburrí, no porque fuera bruta o cualquier otro estigma con el que se suele marcar a las viejas que están muy buenas, simplemente la conversación no fluyó.

Cabe anotar que no se llamaba así, pero no se por qué hoy se me vino a la cabeza ese nombre y decidí utilizarlo.  Una especie de "Los personajes y situaciones narradas, son obra de la ficción...", A la larga en eso se convirtió Antonella, una ficción que tuvo un inicio, pero nunca un nudo y mucho menos un desenlace.