martes, 1 de octubre de 2013

Antonia en 200 palabras

Su mente es como un gran laberinto. Le encanta perderse en los diferentes rincones de esta,  donde todo lo que alberga le parece un completo enigma. guarda diferentes tipos de pensamientos: miedos que en ocasiones le hielan los huesos, y recuerdos; unos alegres que le animan el corazón y otros tristes que oscurecen la mente. 

En este momento recuerda con claridad aquella ocasión en que beso por primera vez a Antonia en ese parque, con un tapete compuesto por las hojas secas de los arboles. Definitivamente uno de sus días más felices fue ese sábado por la tarde, en el cual mientras iban cogidos de la mano se detuvieron enfrente de la fuente principal del parque y ella, tan de la nada como siempre, le regalo un monologo , declamando casi a gritos todas sus virtudes como novio, sin importar la mirada y risas de las personas presentes. 


Ahora, desnudo en la bañera, le parecía mentira que ayer la hubiera visto bajar por las escaleras para nunca volverla a ver. Vivir definitivamente es como una rueda que nunca deja de girar, y en ocasiones se pincha con diferentes pedazos de vidrio que tú mismo o otros han dejado por el camino.