martes, 19 de octubre de 2021

Escribir de verdad

“¿En qué momento comenzaron a escribir de verdad y publicaron su primer libro?”, pregunta una mujer en una red social. Varios respondes a su llamado tribal y dicen: a tal edad, a esta otra, a mis veintitantos, cuando no sé qué...

Me hago la misma pregunta, no porque quiera comentar la publicación, sino que esta hace que me pregunte si “escribo de verdad”, o lo que sea que eso signifique, pues hasta el momento no he publicado ningún libro; por lo menos no solo.

Imagino que todo el tema tiene que ver con los títulos, con poder gritarle al mundo entero “soy esto o lo otro, porque mira lo que he conseguido”.

No entiendo bien ese afán de tener que catalogarse de cierta manera, para poder ser algo.

Me parece que esto tiene que ver con algo que dice Millás en su diario novelado La Vida a Ratos:

“Si no conquistáis la ingenuidad, tampoco lograréis
escribir bien. “Mis alumnos por lo general no
quieren escribir bien, quieren ser escritores.”

Anne Lamott también toca el tema en su libro Bird by Bird:

I just try to warn people who hope to get published that publication
is not all that it is cracked up to be. But writing is. Writing has so
much to give, so much to teach, so many surprises. That thing
you had to force yourself to do—the actual act of writing—turns
out to be the best part. It’s like discovering that while you thought
you needed the tea ceremony for caffeine, what you really needed was the tea ceremony.
 
if what you have in mind is fame and fortune, publication is
going to drive you crazy.

Dicho esto, imagino que debo escribir de mentiras. 
Disculpen ustedes.

Lo seguiré haciendo.