jueves, 10 de marzo de 2022

Pensar en los huevos del gallo

Redacto esto porque no se qué escribir y para no dejar de escribir.

Disculpen todos aquellos adictos a la escritura que les molesta ver palabras iguales o similares en una misma frase.

Dicen, algunos, supongo que saben, que eso no está bien visto, que se debería optar por el uso de sinónimos, pero para la palabra escribir me salen unos como: trazar, garabatear, garrapatear, mecanografiar, apuntar, que, a pesar de lo sonoros, poco tienen que ver con la actividad, y no logran encapsular su significado.

Comienzo a redactar este párrafo, después de un largo rato de mirar a la pantalla, sin saber qué decir y luego de haber ido a la cocina  a servirme gaseosa y coger un paquete de maizitos, que devoré como un muerto de hambre.

Note usted, estimado lector, que no utilicé la palabra escribir al inicio del párrafo anterior, pero si había utilizado “redacto” en el primero. Me pregunto cuál será el número de palabras necesario, para poder repetir una sin que parezca de esa manera. Seguro alguien tiene ese dato o ya se han hecho estudios sobre eso.

No digo que deba merecer un premio o algo por eso, pero a veces la gente no sabe lo que cuesta poner la palabra que viene. Hay veces que se acaban y da algo de angustia no saber de dónde sacarlas. Siempre he pensado que escribir, hasta cierto punto, es como jugarse la vida.

Hace poco me paso eso con un texto. Cuando comencé a escribirlo, mi mente rebozaba de ideas y las palabras me salían de todos lados, hasta de los bolsillos. Luego de recoger unas cuantas que se me habían caído al piso, para insertarlas o remplazarlas por otras aquí y allá, y cuando solo me faltaban 200 quedé en blanco.

200 palabras no es mucho, si acaso 4 o 5 párrafos, pero en varios intentos lo que escribía era una repetición de lo anterior.

Al final opté por ponerme de pie y dar una vuelta por el apartamento, sin pensar nada acerca del escrito, sino más bien en los huevos del gallo.

A veces la mejor táctica, y no solo para escribir, es distraerse a propósito.