jueves, 17 de marzo de 2016

Paola

Yo estaba en primaria y debía tener unos 8  o 9 años y Paola era la vecina del piso de arriba.  Sus padres eran unos costeños buena gente.  A esas edad Paola, como mujer, no me interesaba en lo más mínimo.  En varias ocasiones, en las tardes, ella timbraba en mi apartamento para jugar conmigo.  No recuerdo que era lo que jugábamos, pero si que me daba pereza cuando ella aparecía, pues prefería mil veces jugar con mis carritos y sumergirme en mis historias, que mirar que quería hacer ella.

Recuerdo que Paola en ese entonces no era bonita ni  tampoco fea, podría decir que normal, pero es un término ridículo, pues  ¿quién carajos define qué lo es y qué no? En fin. En algún momento dejo de aparecerse en mi apartamento; me imagino que se aburrió de que yo no mostrara entusiasmo alguno de jugar con ella.

Cuando creció se convirtió en una mujer súper atractiva y entró a estudiar derecho.  Nunca fuimos amigos y las pocas veces que me la encontraba, cruzábamos un escueto saludo .  Paola ahora está en Australia,  creo que se casó.

Siempre me he preguntado que habría pasado si hubiéramos sido amigos, no sólo que habría pasado entre nosotros, sino con mi vida en general, teniendo en cuenta que un acontecimiento, por pequeño que sea, puede cambiar por completo el rumbo de una persona.