lunes, 23 de febrero de 2015

Trotar, Caminar, Leer y Física Cuántica


Hoy vi una foto de una mujer en un gimnasio en una máquina trotadora, con un libro en el panel de control (¿Se le puede llamar así al lugar donde se encuentran los botones para subir la velocidad, y cuadrar la inclinación de esos aparatos?).  



El título que le puso a la foto fue "Doble ejercicio". Supongo que hacía referencia a un ejercicio físico y otro mental, dando por hecho que cuando uno lee hace ejercicio mental.  No sé si se pueda realizar tal apreciación tan a la ligera, es decir, si se pueda decir que siempre que leemos realizamos ejercicio mental, algo, me imagino, completamente ligado al tipo de texto.  Siempre he pensado qué el fin último de la lectura debe ser la diversión, pero bueno, en fin, cada quién catalogará esa actividad como mejor le parezca.



La foto me llamo la atención porque no entiendo cual es el afán que tenemos de hacer diferentes tareas al mismo tiempo, y con la lectura me parece una especie de Sacrilegio. Cuando yo leo me gusta dedicarme exclusivamente a eso, así que pensar en hacer cualquier otra actividad al mismo tiempo me parece extraño.  La única actividad que considero pertinente  para acompañar mi ritual de lectura, es levantar un pocillo con café, en cualquiera de sus presentaciones, para llevarlo a mí boca.



A la larga me imagino que todo es cuestión de gustos.  Si a esa mujer le gusta trotar, caminar, hacer cálculos de física cuántica y  leer, todo al mismo tiempo, pues allá ella.  De pronto lo que tengo es envidia porque está claro que yo no lograría tal nivel de coordinación.  Tal vez caminando  podría leer algo, pero estoy casi seguro que  al trotar, no  podría ubicar el siguiente renglón fácilmente.



La foto de esta mujer es otra prueba más de lo aceleradas que están nuestras vidas.  Si no podemos destinar un momento único para esas actividades que tanto nos gusta realizar, creo yo, estamos jodidos.