lunes, 23 de enero de 2017

Maldita actitud

¿Qué nos pasa? ¿Por qué no podemos ser más tolerantes? Hoy mientras esperaba que me dieran un café, el barista llamó a otro cliente para entregarle su pedido. Pregunto varias veces por un tal Yemin. Yo y otro par de personas que estábamos esperando, le indicamos que ninguno de nosotros se llamaba así. De repente un señor, al parecer un extranjero. dijo fuerte y en un tono muy agresivo “Es JEMIN, ¿pero qué es lo que hablan ustedes, acaso no es español?” 

 A mí me dio mucho mal genio y estuve a punto de contestarle algo, pero si discutir no es agradable; mucho menos debe ser hacerlo con un desconocido, así que le regale una de mis mejores miradas de "¿Qué putas le pasa?", reclame mi café y lo deje sólo con su neurosis. 

Ok, entiendo que el señor Jemin pueda ofenderse un poco porque la gente pronuncie mal su nombre, En la universidad había una mujer que se llamaba Michelle Rodnik , y muchos profesores cuando llamaban a lista le decían Michael Rolnik, varias veces corrigió su nombre en voz alta con algo de rabia.

¿Qué le vamos a hacer si en Colombia e Jemin no  es un nombre  común? Si fuera Jaime, de seguro nadie lo llamaría Yaime, Yemin o inserte aquí un nombre de su preferencia que empiece con Y

El punto es ¿por qué casi siempre andamos tan a la defensiva? Creo que todo es cuestión de actitud, de intentar ver que el otro no piensa igual que nosotros, que tiene más o menos conocimiento que nosotros y de exponer nuestro  punto de vista de manera  cordial.

De ahora en adelante a todo Jemin que me encuentre le diré Yemin, para mirar cómo reacciona.