Vicente debe tener un poco menos de 60 años. Es de Tez morena, ojos negros grandes y sus canas son las que delatan que ya no es tan joven. Trabaja como celador en mi oficina.
Ayer, mientras esperaba un carro, y cuando todo parecía indicar que iba a caer un aguacero, me puse a charlar con él. Me contó que Henry, otro de los celadores todavía sigue en la clínica. Él, Henry, un día, de repente, no pudo respirar y lo tuvieron que llevar de urgencia, y ya lleva dos meses allá.
“Los problemas respiratorios que tuvo fueron por montar en moto, ¿cierto?", le pregunto Me dice que no sabe bien, pero que lo que él monta es bicicleta.
Camino hacia la puerta y miro por el vidrio a ver si logro ver el carro, pues la aplicación hace más de 5 minutos, me dice que está a tan solo dos por llegar. AL rato Vicente se acerca y mirando hacia la calle me dice: “yo si manejo moto”. Le pregunto que hace cuánto lo hace. “15 años”, me responde. Sugiero que ya debe ser un ducho manejando y me dice que sí, pero que cuando llueve la experiencia no sirve para nada, que en cambio lo que siempre sirve es la intuición.
Le digo que me explique. “Si hombre, varias veces me ha pasado que voy manejando y siento como un frío en el pecho. Cuando eso pasa siempre reduzco la velocidad. El otro día iba por una carretera llegando a (y pronuncia el nombre de un lugar que no conozco, pero no digo nada, para no cortar su flujo narrativo), tuve esa sensación y desaceleré, Al ratico había una mancha de aceite en la carretera con la que fijo me habría accidentando.
“Es que dicen que los Tauro, tenemos una habilidad especial para esas cosas. Sí, alguna vez leí o le oí decir a alguien eso, que somos buenos para las corazonadas.