lunes, 18 de agosto de 2014

Borrar

Borrar es completamente necesario en la escritura.  Aceptar que el parrafo, hoja, capítulo que se escribió no es bueno y desaparecerlo sin remordimiento alguno.  Esto me hace acordar sobre un artículo que leí alguna vez, en el cual mencionaban que uno debe "Kill your Darlings", es decir, no apegarse a esas grandes ideas que creemos hemos generado y dejar que el proceso de divergencia (generación de las mismas) continúe.  Eso es algo que realmente nos cuesta mucho; asesinar eso que tanto queremos y que nos deja ver más allá de nuestras narices.

Se me vino a la cabeza esta idea, porque cuando me senté a escribir, no tenía ni la más mínima idea cual tema era el que iba a tratar.  En un principio pensé en "fusilar" un escrito que hice hace un par de meses sobre el bar de Rock Crabs, ubicado ahora en Santa Marta, pero pen´se que era como autoplagiarme, y además ese quiero publicarlo en otro lado.  Después me acorde de esas entradas que en algún momento comencé a escribir y que  quedaron sin terminar, vaya usted a saber porque. 

Tengo en este blog diez entradas bajo la denominación "borrador", entre las cuales se encuentran: 9 minutos, Entrada sin título (la más triste de todas. La miré y no tiene ni una palabra escrita), Trabarse, a puño limpio, Desayuno Turco, entre otras.

Finalmente decidí aventurarme a escribir esta, la cual espero que no se convierta en una entrada  borrador.  Creo que debemos aprender a borrar en todos los aspectos de nuestras vidas, en otras palabras, saber cuando la hemos embarrado y mirar de que manera podemos borrar ese manchón que no nos deja tranquilos.

El problema con eso de borrar, es que hay ocasiones en las cuales otras personas quieren que borremos un manchón no hecho por nosotros.  Considero que por eso es que cambiamos con las personas; creemos que estas tienen que borrar algo, y eso se convierte en un requisito para volver a contactarlas. 

"We never actually argued: we just drifted away"
- Wonder -