jueves, 9 de septiembre de 2021

Fernanda

Hoy algo disparo un recuerdo de Fernanda, una amiga.

No sé bien en que momento comenzamos a hacer planes juntos. Tal vez fue por aquella época en la que todos nuestros amigos andaban emparejados, menos nosotros dos, y por eso, supongo, coincidimos en ese momento de la vida.

En algún momento nos prometimos que si llegada cierta edad seguíamos solteros, nos teníamos que cuadrar sí o sí. La edad llegó, pero la promesa quedo inconclusa, pues Fernanda ahora vive en otro país. Igual, no creo que lo hubiéramos hecho.

Recuerdo que cuando estaba en búsqueda de una relación, se metió con J. Coincidieron en una salida y luego las repitieron. Fernanda parecía quererlo, pero J. era más bien frío, o tal vez la palabra deba ser desinteresado.

El caso es que quedó embarazada de él y no dudo ni un segundo en que debía abortar. Creo que fui una de las pocas personas a las que lo contó todo lo que pasó. A simple vista parecía no afectarle, pero imagino que no fue así, que fue una decisión que luego la obligaría a confrontarse.

No tengo idea que habrá pensado J. Tengo entendido que al principio estuvo pendiente y luego se desentendió por completo de ella, de todo.

Luego de J. Fernanda conoció a S, un economista. Enigmático es, para mí, la palabra que mejor lo describía. Algún par de veces intenté conversar con él, pero nunca logré sacarle más que un par de palabras y sonrisas que, a mi parecer, no eran del todo sinceras. S. siempre andaba como inmerso en su mundo, y no dejaba que nadie entrara en él porque seguro ninguno lo entendería.

Fernanda me contaba que S. era brillante, casi un genio y que ya estaba estudiando la posibilidad de hacer un doctorado de matemáticas en Francia.

Nunca seguí de cerca su relación, pero de un momento a otro se acabó.

Al poco tiempo, el papá de Fernanda tuvo un problema legal que lo obligó a irse a Alemania, junto con su familia, en cuestión de semanas.

Hace unos años Fernanda estuvo de visita por pocos días y me llamo para que nos viéramos. Fuimos a un pub, y hablamos hasta la madrugada recordando viejos tiempos; una época en la que la vida parecía sencilla.