lunes, 2 de noviembre de 2015

Lugares comunes

Busco en Internet que significa un lugar común en la escritura y la primera página que reviso lo define como "esas frases tan utilizadas que hacen peligrar nuestros textos".  Creo que no son únicamente frases o expresiones que utilizamos sin darnos cuenta, sino también temas que han sido tratados una y otra vez.

Por otro lado también pienso que los lugares comunes no existen únicamente en la escritura, sino en diferentes aspectos de nuestras vidas.  El punto es  ¿qué tan provechoso es evitarlos? 

Se podría suponer que el no acudir a ellos es bueno, pues es algo que  ayuda a diferenciarnos, a mostrar que de cierta forma pensamos diferente, pero ese gran afán de diferenciación que todos presentamos hoy en día también es un arma de doble filo, pues el querer ser tan únicos, originales, etc. también es una actitud cargada de ego, pues implícitamente queremos demostrar que somos superiores que otros que siguen acudiendo a ese tipo de "lugares".

 ¿Qué pasa entonces si más bien dejamos de evitar caer en lugares comunes?  ¿Qué tal si no nos preocupamos tanto por nuestra originalidad sino más bien por nuestra sinceridad? De pronto, aunque no lo parezca, muchos de esos lugares en los que se arraiga nuestra identidad, si es que la tenemos, son tan comunes como muchos otros.  

Posiblemente apostarle a ser sinceros, transparentes y no aparentar lo que no somos, es justo ese factor diferencial que necesitamos y un lugar común al que todos deberíamos acudir.

sábado, 31 de octubre de 2015

Objetivo

 ¿Desde cuando todo lo que hacemos debe tener un objetivo o fin específico?  ¿Por qué simplemente no podemos hacer algo porque nos gusta y hace sentir bien? Nos hemos metido en la cabeza todos esos términos gerenciales de productividad, eficiencia, eficacia, etc. con el fin de sentirnos importantes, y creemos que cualquier actividad que hagamos sin ningún fin preestablecido no tiene sentido alguno. 

El Ego nuevamente hace presencia, claro está que todos lo tenemos en diferentes dosis y es un aspecto de nuestra personalidad que de cierta forma es necesario; lo malo es cuando lo sacamos a relucir solo con el fin de sentirnos mejores que otros. 

El dinero, con su increíble facilidad para corromper todo, juega también un papel importante en ese afán de querer medirlo todo.  De cierta manera calificamos como insignificantes  aquellas iniciativas o oportunidades que no nos van a generar un beneficio económico a futuro.

Cuando eramos niños hacíamos las cosas porque sí, porque se nos daba la gana, pero básicamente porque nos hacían sentir bien, seguros y nos brindaban paz y tranquilidad. Queda claro que esa facultad de pensar como niños, que nos permitiría ser mucho más creativos, innovadores, y todas esas tendencias o formas de ser que tan desesperadamente buscamos, la continuamos enterrando día a día. Lo que realmente nos hace falta es ser más sinceros.

"Presence is far more 
Intricate and rewarding
an art than productivity"
- Maria Popova -




jueves, 29 de octubre de 2015

No entiendo

Creo que todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos comprobado que de nada sirve quedarnos patinando en el pasado, es decir, que no tiene objeto alguno pensar "si tan sólo yo hubiera elegido ese camino". Eso para cuando nos gusta retroceder la cinta.

Por otro lado, también tenemos la opción de "adelantarla", lo cual es todavía peor, para ubicarnos en un futuro que cuenta con la palabra "incertidumbre" como su sinónimo.  Esta claro que  sufrir por las decisiones tomadas en el pasado o vislumbrar los días por venir, no hace más que producirnos angustia.

No entieno por qué continuamos dándonos palo de esa manera.  Tal vez contamos con un par de genes estrictamente relacionados con esas conductas y por eso las repetimos seguido.  Podemos tener presente todo ese discurso Budista, motivacional  y de nueva era acerca de que solo importa el presente, que debemos vivir solo el ahora, etc.  que en extremo se torna cansón.  Aconsejar siempre será fácil, pero ponernos en los zapatos del otro para llegar a sentir lo mismo, es un arte que muy pocos dominan.


martes, 27 de octubre de 2015

Esposa, hijo, mamá...todo

Hoy, al caer la tarde, salí a caminar un rato y cuando me devolvía para la casa, decidí tomarme un café para contrarrestar el frio y viento que comenzó a hacer.   luego de pedir la bebida y mientras me la preparaban, le puse atención a la conversación de dos hombres que estaban sentados en la barra.  Uno le decía a otro, que llevaba una camiseta de cuadros y un pantalón de dril color caqui: "Es que ahora tiene que ponerle mucho cuidado a su papá, uno no puede dejar pasar esas alertas."

Mientras el hombre le decía eso a su amigo, este tomaba pequeños sorbos de su café y asentía con la cabeza,  En una pausa del primero respondió:

"Si, ya estoy al frente de todo, ya sé cuáles son todos los exámenes que se debe hacer y los cuidados que debe tener."

"¡Que bien!" le respondio su amigo, "Marica, acuérdese que su familia es usted y su papá; ya, no hay nadie más, así que usted tiene que hacer las veces de Esposa, hijo, mama...todo."

Su amigo lo escuchaba atentamente.  Después de esto pagaron y se despidieron.  Más allá de la historia o lo que estuvieran hablando, que claramente no me concernía, me gusto la forma en que el hombre aconsejaba a su amigo.  Por el tono de su voz y las palabras que utilizó, se notaba que es alguien a quién estima mucho.  Que bueno es recibir esos consejos, que no tienen ni una pizca de crítica, sino que son puras palabras de aliento. 

Todos deberíamos tener listos varios cartuchos de ese tipo de palabras, nunca sabemos cuando debamos disparárselas a alguien que las necesite.

lunes, 26 de octubre de 2015

Eonomía de sufrimiento

Y entonces uno se encuentra a esta hora en su casa cómodamente sentado. Yo , por ejemplo, luego de haber comido y tomado ginger con hielo y una rodaja de limón, algo que considero un placer sencillo.  Muchos pueden que estén también en sus casas, descansando, mirando televisión,  leyendo, teniendo sexo, etc. 

Mientras todo esto ocurre, mientras pensamos que tenemos derecho a realizar todas esas actividades,  y otras que por cualquier motivo no tenemos a nuestro alcance, pero igual creemos que tenemos todo el derecho de realizarlas; en otro lugar del mundo hay gente que anda muy jodida, que tal vez no ha podido comer nada  en todo el día y no tiene donde dormir, como algunas de  las victimas del terremoto en Afganistán.

Hace poco, en plena crisis de los refugiados africanos en Europa, me fui de vacaciones y no puede evitar pensar en eso, que mientras yo me asoleaba y tomaba piñas coladas, había personas al otro lado del mundo sufriendo.   ¿Por qué unos tienen y otros no? tal vez es una inquietud que nunca podremos resolver, solo queda ser agradecidos y tener gratitud hacia lo que tenemos y también hacia lo que no tenemos; muchas veces no sabemos lo afortunados que somos al no tener ciertas cosas que tanto deseamos.


How dare you think about your own private suffering when wars are
 raging and children are being bombed? There is always someone whose 
suffering is greater than yours. The reproaches are often framed as though 
there is an economy of suffering, and of compassion, and you should 
measure yourself, price yourself, with the same sense of scarcity and 
finite resources that govern monetary economies, but there is no measure of either.
- Rebbeca Solnit -

miércoles, 21 de octubre de 2015

Volver al futuro

La frase, con su oxímoron, no puede ser más llamativa.  Guardo muy buenos recuerdos de esa película al igual que la de Indiana Jones, Lethal weapon, los three amigos, y otra, que no recuerdo como se llama,  en la que actuó Meg Ryan y que trata sobre unos hombres que miniaturizaban para introducirlos,en unas naves, en los cuerpos de otras personas.

Era la época de las antenas parabólicas, y aunque no sabía hablar inglés, prefería mil veces, cuando llegaba del colegio, ver  el Disney Channel y a Kelly, mi amor platónico de ese entonces, de saved by the bell, HBO o Cinemax, que la televisión educativa que pasaban por las tardes.

De esta me cuerdo muy bien, del programa Cocinemos con Segundo Cabezas, un chef negro y viejito que, si no estoy mal, dirigía a unos niños en la cocina.  Lo único que me llamaba la atención, quizas porque a mí corta edad no le veía sentido alguno, era el ruido que hacían estos al inicio, mientras golpeaban diversos utensilios de cocina, a manera de instrumentos y sin ritmo alguno.

Parece ser que uno  siempre termina volviendo al pasado, o más bien recordando, que  por más perjudicial que se crea, y por mas cuentos budistas de: disfrutar el momento, el presente, etc. resulta menos angustiante que ubicarse  y/o pensar en el futuro, aunque siempre la mente quiera que volvamos a ese lugar.

martes, 20 de octubre de 2015

Bajar los cambios

Hoy, mientras caminaba hoy devuelta a mi casa a eso de las 6:00 p.m, sonó en mi mp3 (aplausos para ese aparato que ya tiene más de 5 años y sigue dando la pelea) la canción Mailman.  Está no fue una de las canciones comerciales del  Superunknown, pero a mí me gusta mucho, así que nunca la adelanto cuando suena; al igual que Like Suicide, Limo Wreck, y Fresh Tendrils.

El punto es que Mailman es una canción que me hace frenar, es decir, me calma y siempre la escucho de manera atenta, como si tuviera un mensaje secreto que quisiera descifrar.  Hoy, Mientras lo hacia, me di cuenta que iba caminando muy rápido y pensé: "Voy a caminar más despacio que todas las personas que se encuentran a mi alrededor", así que frene y cuando arranqué a caminar nuevamente, disminuí la cadencia de mis pasos.

Por andar a toda mierda en la vida, no nos damos cuenta de muchas cosas que, aunque sencillas, seguramente nos evocaran recuerdos, y si hay recuerdos habrá emociones, y estás pueden generarnos alegría o tristeza, pero seguramente nos harán sentir, algo que también nos hace falta para salir del piloto automático en el que andamos inmersos. 

Recuerdo que, el personaje protagónico de la novela "El incidente del perro a la medianoche" sufre del síndrome de Asperger, condición que le permite admirar el mundo  de forma única:

"Y entonces miré la pared opuesta al pequeño pasaje que había a un lado
 de la casa de la señora Shears donde yo estaba sentado, y vi la tapa circular
 de una cacerola metálica muy vieja apoyada contra la pared. Y estaba 
cubierta de óxido. Y parecía la superficie de un planeta porque el óxido 
tenía la forma de países y continentes e islas. Y entonces pensé que
 nunca podría ser astronauta porque ser astronauta significa estar 
a cientos de miles de kilómetros de distancia de casa, y mi casa estaba
 ahora en Londres y eso está a unos 160 kilómetros, que es más de 1.000
veces más cerca de lo que estaría mi casa si estuviera en el espacio, 
y pensar eso me dolió."
- El Incidente del perro a la medianoche -

Entonces mientras disminuía la marcha, traté de captar la mayor cantidad de imágenes: Vi una botella pequeña de postobón en el piso que estaba desocupada. Esto me hizo acordar del accidente que me dejo el amable recordatorio,  que en cierto momento también me dejo con el sentido del gusto muy disminuido.  En ese entonces me la pasaba tomando naranja postobón, que era la única bebida que más o menos me sabía a algo.  

Después de eso, unos pasos adelante vi como un hombre esperaba a su pareja en la entrada de un edificio, miré hacia la entrada y vi como ella sonreía repleta de felicidad y corría a abrazarlo y a darle un beso lleno de amor; no como esos donde alguno de los involucrados quiere comerse la boca de la otra persona.  No hay duda que en esos besos también hay amor, pero creo que en su mayor parte se dan para marcar territorio.

Cerca a mí casa pase por un café donde tenían puesto reggaeton a un alto volumen.  Ya estoy aburrido de esos pseudorockeros  que  despotrican (excelente palabra esta) de ese género y quienes lo escuchan.  A mí no me gusta pero  ¿qué puedo hacer al respecto?, como siempre tengo dos caminos: amargarme o dejarlo ser, y me imagino que estará científicamente comprobado que la segunda nos trae beneficios.

Luego de eso me di cuenta que otra vez había acelerado el paso, tal vez esto ocurrió porque la canción que sonó después de Mailman, fue Go y su tempo me llevó a hacer eso.  Después de eso, mi mente se puso a disparar un pensamiento detrás de otro, y me salí de mi estado contemplativo.

Debemos bajar los cambios para disminuir la velocidad y disfrutar más la vida.


"Moving slow in my lowest gear"

- Walkabout -