jueves, 5 de noviembre de 2015

Copiloto

Hoy vi unos videos de una competencia de rally, de una cámara que iba dentro del carro.  La pantalla la dividían en tres imágenes: una enfocaba el casco del piloto que iba manejando, parte del volante y el brazo derecho con el que hacía los cambios, otra los píes para ver como manejaba los pedales y la última el camino por el que transitaban.

En ocasiones se alcanzaba a sentir la velocidad que alcanzaba el carro.  Siempre me ha parecido impresionante la habilidad de los pilotos.  De este video en particular me gusto la facilidad con que hacia los cambios y movía los pies, más bien parecía un robot perfectamente programado para hacer su trabajo.

En el video también se escuchaba la voz del copiloto que le iba indicando cuales curvas se aproximaban y  en que cambio las debía tomar.  me imagino, no se si esté equivocado, que a veces el piloto no escucha del todo las ordenes de su compañero, sino que se dejaba llevar por sus sentidos y, porque no, intuición y experiencia para manejar.

A la larga eso también nos pasa a todos en lo que sea que hagamos, muchas veces buscamos copilotos porque nos da miedo "manejar" solos, pero hay veces que debemos tomar decisiones sin la ayuda de nadie.

I read somewhere... how important it is in life not necessarily to be strong, 
but to feel strong... to measure yourself at least once.
- Into the wild -

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Italia 90

En estos días, algo disparo en mí cabeza un recuerdo sobre Italia 90.  Pensar en ese nombre o más bien en ese mundial me hace acordar de dos cosas: el golazo de Rincón en el último minuto del mejor partido, a mí manera de ver,  que ha jugado la selección Colombia, y una camisa con una foto de un estadio y el logo de ese mundial,  que me trajo la mejor amiga de mi mamá que se encontraba en Italia en ese entonces.

Convertí esa camisa en mi prenda de vestir favorita. De repente, de un día para otro desapareció. Fue como si alguien que sabía lo mucho que me gustaba, se la hubiera robado para hacerme daño; quizas no me gustaba tanto porque no le di mucha importancia a la pérdida.

Pasaron varios años hasta que un día, en un almuerzo familiar en la casa de una tía donde solía quedarme con frecuencia, entre a la cocina a buscar una gaseosa litro.  Estas, casi siempre, las ubicaban al fondo.  Cuando me agaché a recogerla,  me fije en un trapero con mango rojo que descansaba contra una pared.  por alguna razón decidí bajar la mirada hasta la mopa, y cual sería mi sorpresa al encontrarme debajo de esta, arrugada sucia y mojada mi tan preciada camisa de Italia 90. Sonreí, agarré la gaseosa y no dije nada.

martes, 3 de noviembre de 2015

Señales y Baloto

En algunas ocasiones he leído o he escuchado decir a algunas personas, que uno debe estar atento a las señales, siempre me pregunto  ¿Señales de qué? de tránsito, divinas, corporales,  de salud, etc. Si nos fijamos bien, cualquier cosa, evento o situación con la que nos cruzamos en el día podría considerarse una señal.

Este mes no me llegó la factura del celular al correo, o me llegó y entre correos de promociones, de personas diciéndome como debo vivir, etc. (segunda vez que utilizo etc. ahora tres, me gustaría utilizarlo menos, es una salida tan fácil como los puntos suspensivos) lo borré sin darme cuenta.

Tuve entonces que ingresar al portal de mi operador móvil y mirar de que forma la podía recuperar.  Finalmente, después de maldecir un rato, lo conseguí.  Me toco crear un perfil de usuario, y después de digitar la clave en una casilla me pedía ingresar unas letras para confirmar que no soy un robot; en este instante pensé que a veces lo somos, pues vamos dejando que se nos grabe información en el cerebro y no cuestionamos nada, en fin. 

Esas casillas de verificación me sacan el mal genio, pues en muchas ocasiones me ponen una combinación de letras y números que creo entender, pero cuando la digito y presiono Enter, el berraco computador y su amigo internet me dicen que los caracteres que digité no fueron los correctos, en esos momentos desearía ser un robot;  imagino que ellos no cometen ese tipo de errores.

La combinación de letras en esta ocasión fue fácil: BBRIF.  la digité presione enter, no me salio ningún error y pude descargar la factura, que afortunadamente vencía hoy.  Luego me llegó un mensaje de texto al celular que decía que había agregado satisfactoriamente el servicio a mi cuenta.  No sé que carajos significa eso, espero que no me cobren algo nuevo en la próxima factura. 

Luego pensé en las la combinación de letras "BBRIF", ¿y si estas fueran algún tipo de señal? 
lo primero que pensé fue n BB King y que al RIF solo le falta una F, pero no toco guitarra, y conozco muy poco de su música.  Jugué con la palabra no palabra otro rato en mi mente y al final me aburrí.  Posiblemente le habría podido encontrar más asociaciones, pero tenía que seguir escribiendo. 

Lo que no me gusta de las señales, si es que realmente existen, es ese carácter místico y sobrenatural que siempre les queremos dar.  Si el baloto fuera con letras de pronto le apostaría al BBRIF, pero como no, le podemos asignar números a las letras de acuerdo al abecedario. De puro generoso ahí les dejo  la próxima combinación ganadora: 2, 2, 19,9,6, 6. 



lunes, 2 de noviembre de 2015

Lugares comunes

Busco en Internet que significa un lugar común en la escritura y la primera página que reviso lo define como "esas frases tan utilizadas que hacen peligrar nuestros textos".  Creo que no son únicamente frases o expresiones que utilizamos sin darnos cuenta, sino también temas que han sido tratados una y otra vez.

Por otro lado también pienso que los lugares comunes no existen únicamente en la escritura, sino en diferentes aspectos de nuestras vidas.  El punto es  ¿qué tan provechoso es evitarlos? 

Se podría suponer que el no acudir a ellos es bueno, pues es algo que  ayuda a diferenciarnos, a mostrar que de cierta forma pensamos diferente, pero ese gran afán de diferenciación que todos presentamos hoy en día también es un arma de doble filo, pues el querer ser tan únicos, originales, etc. también es una actitud cargada de ego, pues implícitamente queremos demostrar que somos superiores que otros que siguen acudiendo a ese tipo de "lugares".

 ¿Qué pasa entonces si más bien dejamos de evitar caer en lugares comunes?  ¿Qué tal si no nos preocupamos tanto por nuestra originalidad sino más bien por nuestra sinceridad? De pronto, aunque no lo parezca, muchos de esos lugares en los que se arraiga nuestra identidad, si es que la tenemos, son tan comunes como muchos otros.  

Posiblemente apostarle a ser sinceros, transparentes y no aparentar lo que no somos, es justo ese factor diferencial que necesitamos y un lugar común al que todos deberíamos acudir.

sábado, 31 de octubre de 2015

Objetivo

 ¿Desde cuando todo lo que hacemos debe tener un objetivo o fin específico?  ¿Por qué simplemente no podemos hacer algo porque nos gusta y hace sentir bien? Nos hemos metido en la cabeza todos esos términos gerenciales de productividad, eficiencia, eficacia, etc. con el fin de sentirnos importantes, y creemos que cualquier actividad que hagamos sin ningún fin preestablecido no tiene sentido alguno. 

El Ego nuevamente hace presencia, claro está que todos lo tenemos en diferentes dosis y es un aspecto de nuestra personalidad que de cierta forma es necesario; lo malo es cuando lo sacamos a relucir solo con el fin de sentirnos mejores que otros. 

El dinero, con su increíble facilidad para corromper todo, juega también un papel importante en ese afán de querer medirlo todo.  De cierta manera calificamos como insignificantes  aquellas iniciativas o oportunidades que no nos van a generar un beneficio económico a futuro.

Cuando eramos niños hacíamos las cosas porque sí, porque se nos daba la gana, pero básicamente porque nos hacían sentir bien, seguros y nos brindaban paz y tranquilidad. Queda claro que esa facultad de pensar como niños, que nos permitiría ser mucho más creativos, innovadores, y todas esas tendencias o formas de ser que tan desesperadamente buscamos, la continuamos enterrando día a día. Lo que realmente nos hace falta es ser más sinceros.

"Presence is far more 
Intricate and rewarding
an art than productivity"
- Maria Popova -




jueves, 29 de octubre de 2015

No entiendo

Creo que todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos comprobado que de nada sirve quedarnos patinando en el pasado, es decir, que no tiene objeto alguno pensar "si tan sólo yo hubiera elegido ese camino". Eso para cuando nos gusta retroceder la cinta.

Por otro lado, también tenemos la opción de "adelantarla", lo cual es todavía peor, para ubicarnos en un futuro que cuenta con la palabra "incertidumbre" como su sinónimo.  Esta claro que  sufrir por las decisiones tomadas en el pasado o vislumbrar los días por venir, no hace más que producirnos angustia.

No entieno por qué continuamos dándonos palo de esa manera.  Tal vez contamos con un par de genes estrictamente relacionados con esas conductas y por eso las repetimos seguido.  Podemos tener presente todo ese discurso Budista, motivacional  y de nueva era acerca de que solo importa el presente, que debemos vivir solo el ahora, etc.  que en extremo se torna cansón.  Aconsejar siempre será fácil, pero ponernos en los zapatos del otro para llegar a sentir lo mismo, es un arte que muy pocos dominan.


martes, 27 de octubre de 2015

Esposa, hijo, mamá...todo

Hoy, al caer la tarde, salí a caminar un rato y cuando me devolvía para la casa, decidí tomarme un café para contrarrestar el frio y viento que comenzó a hacer.   luego de pedir la bebida y mientras me la preparaban, le puse atención a la conversación de dos hombres que estaban sentados en la barra.  Uno le decía a otro, que llevaba una camiseta de cuadros y un pantalón de dril color caqui: "Es que ahora tiene que ponerle mucho cuidado a su papá, uno no puede dejar pasar esas alertas."

Mientras el hombre le decía eso a su amigo, este tomaba pequeños sorbos de su café y asentía con la cabeza,  En una pausa del primero respondió:

"Si, ya estoy al frente de todo, ya sé cuáles son todos los exámenes que se debe hacer y los cuidados que debe tener."

"¡Que bien!" le respondio su amigo, "Marica, acuérdese que su familia es usted y su papá; ya, no hay nadie más, así que usted tiene que hacer las veces de Esposa, hijo, mama...todo."

Su amigo lo escuchaba atentamente.  Después de esto pagaron y se despidieron.  Más allá de la historia o lo que estuvieran hablando, que claramente no me concernía, me gusto la forma en que el hombre aconsejaba a su amigo.  Por el tono de su voz y las palabras que utilizó, se notaba que es alguien a quién estima mucho.  Que bueno es recibir esos consejos, que no tienen ni una pizca de crítica, sino que son puras palabras de aliento. 

Todos deberíamos tener listos varios cartuchos de ese tipo de palabras, nunca sabemos cuando debamos disparárselas a alguien que las necesite.