martes, 12 de enero de 2016

Rabia

No suelo ver noticieros, pero la semana pasada escuché, de un televisor que tenía el volumen alto, a Inés María Zabaraín (el nombre de esta mujer es una fiesta fonética) leer una noticia en la que decía: "Hoy X día de Enero el país recuerda con rabia la perdida de la corona de Miss Universo."

¡Hágame el berraco favor! Imposible indignarse con la presentadora pues imagino que estaba leyendo, en una acción automática  que realiza todos los días, de un teleprompter, pero  ¿Qué clase de chimpancés con patines redactan esas noticias?

 ¿Qué es el país? me imagino que hacia referencia a los habitantes de Colombia.  Como país también podría considerarse todo lo que se encuentra contenido dentro del territorio colombiano,  ¿no?, si es así, recordaba también con rabia el río Magdalena la pérdida de la corona de Miss Universo? No creo, de llegar a sentir rabia más bien sería por tener disminuido su caudal a causa del fenómeno del niño.

Decir el país esto o el país lo otro, es una frase casi igual de ambigua a esa otra de "Colombia es pasión", que repetimos, sacando pecho,  como un mantra.  Como afirmaba un amigo, Colombia es solo el país donde vivimos y ya, pero muchas veces nos quedamos patinando en esa nostalgia de "A mí deme un aguardiente, un aguardiente de caña"...

Le comenté a mi hermana lo que pensaba, y me dijo que no me amargara y ya, y creo que tiene toda la razón, pero más allá del amargue lo que pienso es que no somos conscientes de todas esas bombas narrativas que a diario nos regalan los medios de comunicación, que quien sabe cuanto tiempo se quedan nadando en nuestro cerebro, y nos inducen a actuar de cierta manera.

Yo no recuerdo con rabia ese incidente, creo que la única que debió haberse indignado por lo sucedido era la representante colombiana.

lunes, 11 de enero de 2016

Bala perdida

Me imagino, la verdad no sé, pues resulta imposible imaginarse el horror de una guerra, que si un soldado se encuentra en medio de un tiroteo, lo primero que busca es sobrevivir a toda costa, y dado el caso de que necesariamente tenga que entrar en acción, se sentiría "mejor" si es herido en pleno combate que por una bala perdida.  

El punto es que en nuestro diario vivir vamos dejando que las casualidades  nos impacten como balas perdidas, y sería mucho mejor las heridas que vamos obteniendo,    fueran  producto de nuestras guerras, es decir  de esas misiones personales que emprendemos cuando queremos obtener algo que nos mueve y da vida.  

En este orden de ideas, mejor que seamos impactados por un fuego cruzado, en vez de una bala perdida.


Se burlarían de él si llega a saberse que le ha dado una bala perdida.
- HHhH -

domingo, 10 de enero de 2016

Estampida

"Huida impetuosa que emprende una persona, 
un animal o, especialmente, un conjunto de ellos."
-RAE -

 ¿Qué tal que de un momento a otro las palabras comenzaran, en estampida, a abandonar  nuestro cerebro?,  ¿Qué de un día para otro al ver un objeto no fuéramos capaces de pronunciar su nombre y olvidáramos su significado porque ya no lo tenemos almacenado en los abismos de la memoria?

En el accidente que me dejó el amable recordatorio, me golpeé la cabeza.  Luego de dos cirugías, un tiempo en cuidados intensivos y otro de terapia física, comencé también a tener sesiones de terapia de lenguaje. Ese nombre me gusta: "Terapia de lenguaje", ojalá pudiéramos tratar, aparte de leer y escribir, nuestro lenguaje materno de alguna manera, para utilizarlo mejor.

La terapeuta que me realizaba las terapias físicas era una mujer hermosa, más que por su físico, por el cariño y el empeño que le ponía a la recuperación de cada uno de sus pacientes; por otro lado la mujer de la terapia de lenguaje era algo mayor, y era de ese tipo de personas que suelen llevar una cara de amargue a todo lado.  No me gustaba hablar con ella, porque siempre parecía hacerlo entre lineas, como ocultando el verdadero significado de sus palabras o de su lenguaje, tal vez era una de las tantas técnicas que utilizaba en su terapia.

Una vez, no recuerdo por qué, tuve la sesión con otro hombre que también se había golpeado la cabeza.  Eramos, por decirlo de alguna manera, hermanos de convalecencia, con la única diferencia que a él no lo pudieron operar, pues su hemorragia había ocurrido muy adentro de su cerebro.

Carlos, creo que así se llamaba, cada vez más cosas, personas y eventos de ese entonces se diluyen en mis recuerdos, utilizaba unas gafas con marco negro grueso y era una persona alegre, nunca paraba de reír.

Estábamos los dos en el consultorio de la terapeuta y ella leyó un párrafo que, imagino, involucraba a unos caballos.  Cuando terminó de hacerlo, volteó a mirar a Carlos y le preguntó el significado de la palabra "Estampida".  Yo me sentí como en un examen oral.  Miré como Carlos se quedaba en silencio; sabía que estaba recorriendo su cabeza de un lado a otro buscando la maldita definición de esa palabra o como asociarla con otra, y es que  ¿Acaso cuantas veces utilizamos "Estampida" en nuestras conversaciones habituales?,  ¿por qué no le preguntó algo más fácil? Él al final se dio por vencido, y respondió con algo de pena y decepción: "No sé".

La terapeuta no le dio importancia a su respuesta y de inmediato volteó a mirarme a mí, y me dijo: "Juan Manuel,  ¿Qué significa estampida?" Era obvio que no le iba a responder: ""Huida impetuosa que emprende una persona, un animal o, especialmente, un conjunto de ellos." en ese momento lo único que queríamos Carlos y y yo, era salir en estampida de ese consultorio, solo atiné a responderle: "pues, Una estampida de caballos".

Creo que me felicito por mi respuesta, pero dependiendo de quien vengan, y como la de esa ocasión, hay congratulaciones que no significan nada, principalmente porque tuvo el descaro de restregarle a Carlos en la cara, mi supuesto acierto. 

Me agrada la fuerza de estampida; que está contenida al tener que cerrar los labios para pronunciar esa m con sabor a p.  No sé por qué, pero me dan ganas de clavarle una tilde en alguna de sus vocales. 

sábado, 2 de enero de 2016

Tiempo equivocado

Hace poco leí que Nietzsche decía que el no había nacido en la época adecuada, es decir que su pensamiento iba mucho más adelante, y que probablemente quienes iban a aprovechar sus escritos,teorías y a entenderlo a fondo, iban a ser las personas que se encontraran 100 años después de su muerte con sus enseñanzas.

No estuvo para nada equivocado; de hecho creo que en las últimas décadas se ha creado muy poco conocimiento y basamos nuestra cultura y enseñanzas en lo que dijeron los grandes pensadores del siglo pasado. Tal vez a ellos les tocó más fácil, pues tuvieron que arrancar de ceros, pero bueno  ¿qué se yo sobre creación de conocimiento?

El punto es que me imagino que muchos hemos sentido que nos encontramos en el tiempo equivocado, es decir, sentimos que son muy pocos los que entienden nuestra posición y punto de vista frente a la vida, el mundo, la cultura, etc.  De pronto, imposible saberlo, dentro de 100 años, si es que todavía existe la raza humana, iluminaremos a la humanidad con alguna de nuestras creaciones. 

Por el momento creo que lo más importante es ubicarnos en este tiempo y mirar de que forma logramos que nos entiendan los demás. Decir simplemente que nos encontramos en el tiempo equivocado, con el perdón de Nietzche, lo considero como una salida fácil.  ¿Qué sentido tiene ser brillantes si no podemos transmitir nuestro conocimiento?

viernes, 1 de enero de 2016

Arrancar

Ayer 31 de Diciembre no paso nada, el día realmente importante es hoy, primero de Enero.  Ayer todos, en medio de la nostalgia, los buenos deseos, y el amor y paz que respiramos, estábamos drogados por el ambiente festivo de fin de año.

Hoy, al haber dejado de experimentar el placebo decembrino, tal vez nos resulte más importante plantearnos la pregunta  ¿Y ahora qué?, pues arrancar nunca será fácil, independiente de lo bien o mal que nos haya o creamos que nos ha tratado la vida. 

A lo lejos escucho un par de carros pasar, de resto al silencio solo lo irrumpe el tecleo de mis dedos.  Creo que debemos aprovechar todo momento en que no estamos "entre pitos y matracas".  A pesar de lo aterradora que puede ser la soledad, necesitamos de esos espacios para arrancar.

A veces me gustaría estar completamente solo, que la soledad me machacara y triturara emocionalmente, para así despojarme de creencias y paradigmas que condicionan mi actuar.  

Para arrancar este nuevo año, voy a tener presente esta cita:

"How important it is in life not necessarily to be strong, but to feel strong, 
to measure yourself at least once, to find yourself at least once in the most
ancient of human conditions, facing the blind, deaf stone alone with 
nothing to help you but your hands and your own head"
- Christopher MacCandless -

martes, 29 de diciembre de 2015

Un segundo

"En este mundo se vive y se muere en un segundo" dice una línea de la canción "Tu Sonrisa" de las 1280 Almas, que me gusta mucho por su letra y además porque conozco a la mujer a quien fue dedicada.

Un segundo no es nada dirán algunos, si lo pensamos en minutos son 60, una cifra numérica con más peso que el solitario uno.  Algo que siempre hago por las mañanas después de que suena la alarma del despertador, es definir un número de minutos, por lo general 5, y contar mentalmente los 60 segundos de cada uno.  Suelo creer, o me digo a mi mismo que voy a descansar lo más plácidamente posible esos minutos, que incluso van a ser más placeneteros que las horas de sueño que acaban de pasar; a la larga creo que eso solo le colabora a mi tedio de tener que levantarme de la cama, y creo que  a veces me quedo dormido en medio del conteo, o se me cruza cualquier pensamiento y entonces esos segundos de descanso placentero nunca son exactos, en fin.

 entonces (si se fija, estimado lector, tan solo al leer esta palabra ya paso un segundo) lo que en verdad se puede hacer en un segundo es nada, si acaso contarlo y ya. Lo realmente enigmático del segundo, es que a pesar de lo insignificante que puede ser, a veces  trae consecuencias desastrosas.

Ubiquémonos, por ejemplo, en las primeras decadas del siglo XX.  Hitler vivía en un albergue para hombres en la calle Meldemannstrasse de Munich.  En esa época intentaba ganarse la vida pintando acuarelas.  Finalmente se presentó a la academia de bellas artes y no logró ingresar. ¿Cómo se habrá enterado? la conversación podría haber sido la siguiente:

Hitler llego a la academia de bellas artes y emocionado le dijo "Buenos días, me gustaría saber si fui admitido"   a una secretaria que tenía los resultados.
"Nombre completo por favor"
"Adolf Hitler"

La secretaria deslizo su índice hasta llegar a los apellidos que comienzan por H: Haas, 
Heinrichs, Herrmann, Höfler, Hoover, Hidmann, Hiebaum Hildmann, hasta que llegó a Hitler.  Luego deslizó su dedo hacia la derecha, a la columna titulada "admitido", que decía "NO".
"No" le respondió, y luego complemento la negativa con alguna frase de consuelo.

Fue ese "NO" que se puede pronunciar en un segundo, lo que condujo a  Hitler a reforzar  su posición e ideas antisemitas? Nunca lo sabremos, pero de ser así, queda claro que si en un segundo no pasa nada, resulta extraño toda la cadena de acontecimientos que lleva guardados. 

lunes, 28 de diciembre de 2015

Inmortalidad literaria

Giuseppe, el personaje de una novela que leí, era el operario de una máquina que destruía libros y sufrió un accidente, dentro de las fauces de ese demonio, que le arrancó las piernas.  Ese día, él sabía que el material de residuo del proceso se iba a utilizar para la elaboración de otro libro. 

Una vez Giuseppe se "recuperó" de su accidente decidió conseguir todos los ejemplares de ese libro donde, según él, se encontraban los restos de sus extremidades. 

Esa, creo yo, sería una de las mejores maneras de perdurar en el mundo, que alguna parte de nosotros se mezclara con la producción de algún objeto.  Después de ser cremados en vez de meter las cenizas en una urna para que algún familiar bien romántico vaya a esparcirlas en el mar, debería existir la opción de "convertirse en algo.  Los familiares entregarían las cenizas a una empresa para que esta las rieguen a lo largo de su proceso de producción.

Lo ideal, en mí caso, sería hacer parte de una novela con un narrativa pegajosa elaborada con un buen punto de vista, personajes irresistibles, un conflicto adecuado, buen ritmo, etc.  De todas maneras sería importante que algún familiar supervise ese proceso, pues puede ser que esa inmortalidad literaria no se de, y quede uno haciendo parte de un tomo de Cálculo Vectorial o un libro de Autoayuda.