Con esa palabra se me viene a la mente una flor y una pistola. Como a estas alturas uno tiene tanta basura en la cabeza, y aunque no me llaman la atención las armas, siempre me inclino a pensar más sobre el segundo concepto.
Deberían darle otro nombre a esa flor, al igual que otro nombre al bizcocho del inodoro. Hablando de nombres, en una serie de televisión, V la batalla final si no estoy mal, los rebeldes le decian parque a los cartuchos de sus armas, en fin.
Hoy iba caminando por la calle, y una señora que paso a mí lado le dijo al señor con el que iba "¡Tenemos que esperar! Todavía no podemos quemar los cartuchos del gobernador", supuse entonces que ellos tienen como contacto a un gobernador, el cual los favorecerá con cualquier acción a manera de favor, la cual seguramente los beneficiará, ¿Qué les significará quemar los cartuchos de ese político? ¿Dinero, fama, viajes, estatus, drogas, votos? Nunca lo sabremos pues pasaron de largo y fue la única frase que escuché.
Que asco que andemos por la vida como si esta fuera un juego de guerra, y que para interactuar con cualquier persona, debamos aplicar cualquier tipo de estrategía, sin importar si somos hipócritas o vamos a pasar por encima de alguien. Parece que cada uno de nosotros llevará un campo de batalla grabado en la cabeza, y nos peocupamos más por la "quema de cartuchos" que por intentar vivir de forma feliz y relajada.
"I am tempted to say this is no game we play, daughter, but of course it is.
The game of thrones. I never asked to play. The game was to dangerous.
One slip and I am dead."
- A Feast fro Crows -