Siempre que viajo en avión, cuando la azafata está dando las indicaciones de como ponerse la máscara de oxigeno por si llega a ocurrir algún incidente que haga que estás caigan enfrente de la cara de los pasajeros, me pregunto ¿Qué tal que este aparato tenga un tornillo zafado y falle en pleno vuelo?
Al instante suelo cojer la revista que viene en el espaldar del asiento que se encuentra delante de mi puesto, la cual siempre trae artículos súper interesantes. Olvido entonces mis pensamientos fatídicos, al sumergirme en una lectura, y pienso como sería si una columna mía es publicada en una de esas revistas, y también como personas de diferentes nacionalidades, les queda rondando la idea que quise transmitir en mis lineas, por un par de horas, o incluso toda la vida; pues existen textos que se meten no solo en la mente sino en todo el cuerpo, y lo cambian a uno para siempre. Espero que mis letras, algún día, lleguen a ser así de "mortíferas".
Lo que si nunca se me pasó por la cabeza en esos momentos fue preguntarme " ¿Qué tal que en pleno vuelo unos terroristan deciden disparar un misil contra el avión?". Qué mundo tan jodido este, ahora parecemos estar inmersos en una película de acción, donde podemos morir de forma insólita, sumándole la desventaja de que casí siempre actuamos como extras.
¿Cuanto conocimiento e información que poseían las personas que iban en ese vuelo de Malaysia Airlines, habrán quedado completamente borrados de la faz de la tierra?. Libros que se iban a escribir, declaraciones de amor, revelación de secretos, etc. a fin de cuentas información que quedará completamente en el olvido, por decirlo de alguna manera.
Sería bueno entonces que nuestro cuerpo contará con una especie de organo indestructible (Caja negra) que almacenará todo tipo de información. Una vez muertos no importaría si las personas se enteran de nuestros pensamientos y/o deseos más retorcidos (todos los tenemos). Qué digan lo que les de la gana; estoy seguro que algo de lo que almacenaramos en ese organo le serviría a alguien, pues todos y cada uno de nosotros tiene su tumbao' y/o información provechosa para los demás.