Hoy fui a un lugar que tenía una nido de libros, es decir, una estructura en madera en forma de casa, de la cual las personas pueden tomar un libro para leer y luego volver a dejarlo en el mismo lugar. Siempre me ha parecido una idea brillante, que solamente había visto hace un par de años en un Cul de Sac muy acogedor de Bozque Izquierdo.
El "nido" tenia escrito en uno de sus costados, sobre pintura amarilla y en letras azules el número "451", como referencia sarcástica, imagino, a la novela apocalíptica de Ray Bradbury en la que está prohibido leer libros.
Apenas la vi fui a mirar que libros guardaba pues a veces los libros nos llaman. Eran 7 libros: Un minuto de silencio, una portada de fondo azul con una imagen de una pluma, al parecer de escribir, dentro de un frasco de tinta vacío, que me pareció algo cursi; Libro del Abad y la alquimia, un libro de poesia con un dibujo sencillo de un castillo; Diccionario Filosófico y Marxista, el más viejo de todos que catalogué aburridor de primerazo, pido excusas para quienes ese sea su libro preferido; Erosión, la obra poética desde 1977 hasta 1988 de un escritor de apellido Chaparro; La Celestina, que no me molesté en hojearlo, Omeros de Derek Walcott y simulación de un reino de Álvaro Miranda: Poética de la deconstrucción del canón ¿Qué?, y Brevario del Despojo.
Lo abrí más o menos por la mitad y me encontré el siguiente poema, frase o frase poema o, me atrevería a decir, fina cachetada de palabras:
"Sin darnos cuenta trabajamos duro para perder el tiempo con dignidad"
Leí otro par hasta mientras esperaba a otras personas, y todos guardaban un tono similar: algo de rabia, y mucha vulnerabilidad:
"Es bueno llevar una carta en el bolsillo de la camisa
—junto al corazón—
sacarla y leerla de vez en cuando"
"No hay que tener miedo a celebrar con champaña
o con un vulgar vino comprado en la licorera de la esquina"
"Books were only one type of receptacle where we stored
a lot of things
we were afraid we might forget. There is nothing magical in
them, at all. The magic
is only in what books say, how they stitched the
patches of the
universe together into one garment for us."
- Fahrenheit 451 -