Eso me recuerda a una frase que se me grabó de una charla: Ideas are nothing doing is evcerything. Entonces, como suele ocurrir, se me aparece otra frase en la cabeza, de la letra de No se vuelve atrás: “la vida nos enseña realidades y nos viene repartiendo teorías”, una de las canciones de la banda sonora de la película Habana Blues que, quizá, tiene que ver con esto que escribo o puede que no, pero se me disparó en la cabeza, y como ya lo he dicho, hay que prestarle atención a esos susurros del subconsciente.
Caí en esa película, un día miércoles en el que a mi hermana le dio por ir a cine, y me dio tres vueltas, porque hacía poco había acabado de terminar una relación y algo de la historia, lo asocié con mi maltrecho stado sentimental, pero bueno, de eso se tratan los libros, las, películas y el arte en general, de hacernos sentir, ¿acaso no? Como decía Kafka sobre el deber de los libros: “El hacha que rompa el mar helado que hay dentro de nosotros”.
Ya ven ustedes que soy una batería de frases y dichos y aún así, cuando me encuentro en un momento crucial en el que debo utilizar palabras, me puedo volver un ocho, en fin.
Este post no tiene ni pies ni cabeza, solo empecé a escribir lo que se me ocurriera y esto fue lo que salió. En un momento pensé iniciarlo con la típica frase que he utilizado cientos de veces: “No sé sobre qué escribir”, pero que pereza tanta quejadera, es decir, volvemos a lo mismo; a veces lo mejor es hacer lo que sea, sin importar si esta bien o mal. En el actuar, creo, es donde reside la belleza, pues dejarlo todo al mundo teórico o de las ideas quizá tenga que ver con ese mar helado del que hablaba Kafka.
Ya como para cerrar, V. también nos contó que una de las mejores novelas que leyó este año fue “Mi año de descanso y relajación”, que trata sobre una mujer que intenta hibernar de forma prolongada, para escapar de los males del mundo.
Como ven, los temas que toqué parecen balas perdidas, es decir, en apariencia no tienen relación el uno con el otro, pero imagino que si se conectan de alguna manera, sino que somos muy ciegos y aún nos cuesta ver de qué forma se relaciona todo.
“Ojos abiertos a espacios transitorios que la
vanalidad te arrastra pa´ su territorio,
define de tu gente sus máscaras, su idea, que
esta historia es de nosotros y de quien la crea”.
– No se vuelve atrás.