Hoy estaba en un centro comercial y justo cuando iba a abandonar una escalera eléctrica, escuché a un hombre que iba detrás mio, lanzarse una pregunta, en tono de burla, a sí mismo y su pareja: "¿Y yo que me voy a regalar?" rió y luego le pregunto a la mujer "Y tú qué te vas a regalar?", finalmente no supe que pensaban regalar cada uno, pero el incidente me hizo recordar a mi Kindle, el mejor, autoregalo que me he dado en lo que llevo de vida, sin tener en cuenta los viajes, pues esos cuentan como experiencias.
Recuerdo que una amiga a la que también le gusta leer mucho lo había comprado y me insistía en lo práctico y maravilloso que era. Yo en ese entonces, por sostener un romanticismo arcaico hacia los libros de papel, decía que nunca me iba a comprar ese aparatejo, que nada como sostener un libro en la mano, y deslizar los dedos sobre las páginas, y bla bla bla, etc. etc. etc; más bien una resistencia al cambio medio chimba.
Continuó comprando libros físicos y también digitales, pues ninguno es mejor que el otro, ambos contribuyen al mismo fin: leer. Sé que lo ideal sería no apegarse a lo material, pero siento que sin mi Kindle andaría incompleto por la vida.