sábado, 30 de julio de 2016

Señal de $500

Hoy, cuando me iba a bajar de un taxi y como siempre hago de acuerdo a un consejo que me dio mi mamá hace muchos tiempo, reviso que no se me haya caído o quedado nada en el asiento. En medio de esa conducta casi reflejo, vi una moneda de $500, un evento completamente inesperado pues en mi revisión tradicional nunca encuentro con algo.

Estiré mi brazo y la agarré.  Estoy seguro que no era mía, pues no tengo presente que en unas vueltas me hubieran dado una moneda de esa denominación.  Quien sabe, quizás era del taxista y se la robé en sus narices.  Una vez me subí a un taxi con más personas, y me tocó en el puesto del copiloto.  Cuando mire al piso habían varias monedas de $1000 y $500, me agache y recogí una pero se me hizo muy raro y le pregunté al conductor que si era de él. "Sí, Mucha gente las recoge" dijo mientras reía.  Me contó que ese espacio era su alcancía  provisional de monedas. Con pena, la tire al piso y me hice el loco el resto del viaje.

Después de tomar  la moneda de $500, que obviamente ya hace parte de las entrañas de mi alcancía de libros, pensé otras vez en ese cliché cultural de las señales.  A veces es bueno subirse en esos imaginarios colectivos. 

Decidí que el haberme encontrado esa moneda fue una señal, pero lo dejé en eso, es decir, no me puse a pensar de que tipo podría ser, ni mucho menos qué me quería decir,  La semana pasada también me encontré un billete de $2000 en el bolsillo derecho de una sudadera.  Sin importar la denominación, ese siempre será un evento afortunado.

jueves, 28 de julio de 2016

El frío fluye

Es medio día y tengo las manos y los pies helados.  Miro por la ventana y afuera hace sol.  No entiendo por qué carajos tengo tanto frío si cerca, al parecer, hace mucho calor. Busco en google "Pies muy fríos".  Ninguno de los links tiene información convincente.  En uno dicen que una de las posibles causas de esa condición meteorológica en las extremidades, le ocurre a personas en extremo flacas. No es mí caso.

Todo continúa igual después de almuerzo.  Decido salir a comprarme un tinto en un café que queda cerca.  Espero calentarme con el sol.  Apenas salgo a la calle, el sol decide esconderse y  ráfagas rabiosas  de viento comienzan a golpearme. "Maldita sea".

Camino rápido.  Llego al café, pido el tinto y lo combino con una galleta pequeña de chips de chocolate. Luego camino hasta el lugar de las sillas que tanto me gusta.  Ahora hace más frío o más viento, no sé cuál lleva la batuta.  Escaneo el lugar con la mirada y una de las sillas está desocupada. Camino rápido para que nadie me la quite, al tiempo que me concentro casi al nivel de un Jedi para no regar el tinto.  

Apenas me siento, ya esta tibio (Chingado clima).  Me acabo la galleta en un par de mordiscos y me tomo el resto de la bebida pensando que está muy caliente. En otra silla un hombre, que lleva puestos unos audífonos blancos teclea frenéticamente la pantalla de  su celular.  

Justo en ese momento mis audífonos escupen  la voz de Eddie Vedder que dice "Thoughts arrive like butterflies, he don't know so he chases them away".  A la larga, al igual que los pensamientos, el frío y la letra de Even Flow, todo fluye, sino que uno vive, o cree vivir, muy ocupado para darse cuenta.

De vuelta camino más rápido y ya no siento los pies fríos.  Al frío. el viento o a ambos les importa cinco y el segundo me sigue embistiendo como si nada. Un sol tímido se burla a mi espalda.  

miércoles, 27 de julio de 2016

Sam Bennett

Bennett es Irlandés aunque nació en Bélgica. Tiene 26 años y lleva varios aretes en sus orejas,   Cuenta que le gusta "encerrarse en una burbuja" cada vez que se siente mal, periodo en en el que no habla con nadie y  solo se lo aguanta su novia.

Es velocista y fue el encargado de representar a Irlanda por onceava vez, su primera,  en el tour de Francia. En esa tierra de duendes y cerveza se le conoce como la próxima revelación deportiva. 

Imagino que Bennett tenía mucha ilusión de participar en la competencia de ciclismo más importante, y quién sabe cuanto tiempo se preparó y qué tuvo que sacrificar para hacerlo.  No sabemos cuál fue su rendimiento en las diferentes etapas del tour, mientras Christopher Froome les daba sopa y seco a todos y Nairo Quintana procuraba no perder tiempo frente al líder.

Al final Bennett ocupó el puesto número 174, es decir, llegó de último, pero llego.  Es difícil pensar que dirán acerca de él en su país y si para los ciudadanos irlandeses la participación de sus deportistas en competencias internacionales es de suma importancia  o no. No imagino en que Bunker, en vez de burbuja, se debería haber metido Bennett si fuera colombiano.

Sería genial poder conversar con Bennett, saber que lo motiva para seguir apostándole al ciclismo, después de llegar 5 horas con 17 minutos detrás de Froome. 

martes, 26 de julio de 2016

Finales

A veces los finales de los escritos se pueden dejar abiertos a la interpretación del lector o, como dice un amigo, que se expandan en la mente.  Otras veces es necesario cerrarlos.  Esos son de los más difíciles porque se necesita que la historia sea circular, sin nada de errores, es decir, casi perfecta.  Usted sabe esos textos  que uno lee como si fueran una droga por lo bien escritos que están.

Sería buenísimo que todas las publicaciones en redes sociales fueran historias.  Así habría menos maneras de ofenderse por lo que otros dicen, y cada quien las interpretaría de acuerdo a sus recuerdos, creencias, etc.

Hoy, una mujer publicó lo siguiente:

"Eso del Pokemon Go es peor que un virus, si tan solo supieran lo que en realidad significa todo esto y a lo que le están abriendo puertas"

No tengo ni la menor idea si es verdad o no, y nunca lo sabré porque no me llama la atención la dichosa aplicación. En cuanto a series animadas me quedé en caballeros del zodiaco, y de ahí en adelante no le seguí el hilo a nada de eso.

Varias personas criticaron la publicación y, como por variar, comenzaron a agarrarse comentario tras comentario.  A mí la verdad no me importa que sea cierta o no, lo que piense la mujer, ni mucho menos sus detractores.

Lo único que me molesto  es que nunca explicó  qué tipos de puertas abren quienes juegan pokemon go.  El gancho narrativo para interesarme  fue el adecuado, pero el final estuvo pésimo.

lunes, 25 de julio de 2016

With all due respect

Dentro de dos horas tengo un evento.  Pido un capuchino grande y un muffin de manzana.  Este último es pequeño, "podría acabármelo en tres mordiscos" pienso. Sabe a gloria.  Completo el fascinante combo con la lectura de una novela.  Es corta, me faltan como unas 100 páginas y espero terminarla antes de irme del lugar.

Un hombre y una mujer llegan y se sientan en una mesa que queda  diagonal a mi izquierda.  La mujer maneja un coche, imagino que un bebé va adentro, y el hombre que la acompaña lleva un traje con corbata.  Cuando se sientan la mujer me queda dando la espalda y puedo verle la cara al hombre.  Debe tener unos 37 años, es mono tirando a calvo.  Ordenan algo. Continúo con mi lectura.

El muffin se está acabando y todavía me queda mucho capuccino.  Me meto el último trozo a la boca y pido otro. "Deberían hacerlos proporcionales a los tamaños de las bebidas". "Si" me respondo y  Sigo leyendo mientras lo traen.  Me concentro en la lectura hasta que el hombre que llegó con la mujer y su bebe, que debe estar dormido porque no hace ningún ruido, comienza a hablar fuerte.  No tengo ni idea sobre que hablan, pero el hombre entre risas dice: "La verdad es que yo nunca he estado muy involved con eso".

" ¿Muy qué, perdón?  ¿Por qué tiene que zamparle esa palabra en inglés a la frase?  Ese sólo es el comienzo. Nada puede detener la avalancha de palabras y términos en inglés que viene a continuación: "Bran equity" "Income statement" "No me siento motivated", etc.  Lo peor del asunto es que cada vez que pronuncia algo en ese idioma sube la voz.

Dejo de ponerle atención y continúo con mi lectura.  Coincidencialmente uno de los personajes de la novela también suelta frases en inglés pero de manera irónica, incluso chistosa.  En uno de los dialogos le dice a un amigo: "With al due repect, la esposa de su hermano está muy buena".

El gringuito y la mujer se paran y comienzan a despedirse.   Efectivamente llevaba un bebé en el coche que ya esta despierto.  De pronto lo pellizco para que comenzara a llorar y asi acabar  la reunión.

"Hago contacto visual con el hombre.  "With al due respect es mejor hablar en un único idioma"  pienso.  Deja de mirarme y de forma torpe se despide del bebe, agarrándole uno de los pies como si fuera una mano.

viernes, 22 de julio de 2016

Lavar la losa

Hoy desayune huevo, hace mucho que no lo hacía.  La inclusión de esa proteína en el menú, hizo necesario el uso de una cacerola (me gusta esta palabra, se mueve con gracia por la boca cada vez que uno la pronuncia: cacerola, cacerola, cacerola...).

Casi siempre arrumo (otra buena palabra) la losa que ensucié en el lavaplatos para lavarla después pero hoy, quién sabe por qué, quizás por consumir huevo y usar una cacerola, me dio por lavar todo justo después de que terminé de desayunar.

Apenas abrí la llave para humedecer lo que había ensuciado: un plato, la cafetera, la cacerola, un tenedor y un taza, comencé a repasar varios temas que me han dado vueltas en la cabeza en estos días.  Cuando comencé a echarle jabón a todo, caí en cuenta de la manera que lo hacia; muchas ideas, imágenes, opiniones, pasaron por mi cerebro, pero las evalué de lejitos, como un simple espectador, sin juzgar, ni dedicarle más de 5 segundos a ninguna.

Cuando terminé de lavar toda la losa y la organicé en el platero, me sentí bien, tranquilo.  La descarga de dopamina que me produjo lavar la losa fue justo la necesaria.  Fue toda una experiencia Zen.

jueves, 21 de julio de 2016

De comedia en comedia

Un día salió de su casa y le dijo a su esposa que iba a visitar a su madre. Al caer la noche no volvió y en todo el día no visito su destino inicial, además, en su casa, dejo una nota en la pantalla del computador la cual decía: “Lo siento”. 


Así fue que desapareció el comediante Gonzalo Valderrama. Yo no lo conocía por el nombre, pero apenas vi su foto recordé que me había hecho reír un par de veces a la hora del almuerzo, en la playita de arquitectura. 

No alcanzo a imaginarme la angustia que debe producir la desaparición de un ser querido y los miles de pensamientos negativos que deben llegar a la cabeza de los familiares, liderados por la peor pregunta de todas: “¿Estará muerto(a)?”. 

Adicional a eso, el GPS de su celular dejaba ver por donde había caminado, y cada vez más personas decían que lo habían visto en diferentes barrios de la ciudad y que no respondía a su nombre. Sus familiares pedían el favor de no perderlo de vista hasta que la policía llegara al lugar. 

¿Qué por qué decidió desaparecer? Ni idea, nunca sabremos cómo funcionan las misteriosas profundidades de nuestro cerebro, mucho menos cuando están salpicadas por fuertes alteraciones del ánimo, trastorno bipolar afectivo en el caso de Valderrama. 

El viernes luego de su desaparición, en un almuerzo familiar, una tía comentó: “Pobre, ahora todo el mundo va a saber que está enfermo”. 

¿Por qué pobre? ¿por qué nos empeñamos en ocultar ciertos aspectos de nuestras vidas que, querámoslo o no, nos definen? 

Parece que vivimos de comedia en comedia y debemos reír y sonreír a todo momento. Estar mal, tristes, o bajos de nota no es una condición aceptable ¿No funcionaríamos mejor si dejáramos tantos prejuicios de lado y enseñáramos todas esas “fallas” que llevamos encima, esos errores de servidor interno? de ser así, las personas sabrían como interactuar mejor con nosotros y de qué forma ayudarnos. 

Después de tres días de andar desaparecido, Valderrama volvió a su casa. Qué bueno que ese episodio tuvo un final feliz.


Todos somos bipolares, y cada quién, a  su manera, trata de guardar su compostura en los extremos.  Somos buenos fingiendo.

miércoles, 20 de julio de 2016

Destapar

Destapar algo, lo que sea, siempre será divertido, pues es un sinónimo de incertidumbre, de no saber con qué nos vamos a encontrar, mucho más, si la envoltura evita que veamos lo que cubre. Es por eso que me agrada destapar libros, no solo cuando me los dan de regalo, sino también cuando los compro.

 ¿Cómo es eso divertido? de eso se trata en gran parte la vida, de alegrarse con sucesos, aparentemente, ínfimos.  Por lo general el papel que envuelve los libros es transparente.  Se podría suponer que uno ya sabe que viene "adentro" y que  la sorpresa no es mucha, pero más allá de la portada y la contraportada uno no tiene ni idea con qué tipo de historia se va a encontrar enfrentar. 

En ese momento en que uno está a punto de destapar un libro, no importa, ni se debe pensar ,si después de leerlo nos va a gustar o no.  Yo siempre me inclino a pensar que cuando destapo uno que compré a mero feeling o intuición,  me va a confrontar muchas ideas y/o cambiar de alguna manera o , como ya lo dije antes, que va a convertir en migas mi rebanada de pan.

Hoy destapé uno y después de oler sus páginas, como aconseja Constaín, con cada capítulo que leo, siento que me enredo mejor en la narración del autor.

Destapar un libro siempre será uno de los placeres más sencillos y asequibles de la vida. 

martes, 19 de julio de 2016

La libreta

Me aburre cuando  me siento a escribir y no pasa nada.  Después de mirar la pantalla en blanco por más de cinco minutos, sin que nada pase, me gustaría agarrarme a cachetadas.  

Creo saber cual es la razón: en teoría, me quedé sin libreta.  Hace unos meses acabé una que tenía el tamaño de un cuaderno pequeño.  Sus paginas eran (son más bien, pues debe estar en algún lugar de mi cuarto) de papel reciclable y no tenía ninguna cuadricula o rayas horizontales, un requisito primordial que deben cumplir.

La semana en la que se me acabo, me entró el afán y compré, en vez de una libreta, un bloc de hojas similares, lisas y rústicas.  El problema es qué su tamaño es muy grande y no cabe en mi mochila, ni en una maleta azul, con millones de bolsillos que suelo llevar a todo lado.

Entonces cuando veo o escucho algo o se me ocurre cualquier cosa, no tengo donde anotarla.  Muchas veces cuando eso pasa pienso "voy a escribir sobre esto" y me repito la frase y el tema varias veces, pero luego me distraigo con cualquier vaina y la idea o tema ingresa al territorio del olvido.  Podría utilizar el celular, si, y algunas veces lo he hecho, pero me gustan las anotaciones a mano, me parecen, no sé por qué , más sinceras. 

Debo obligarme a cargar el mamotreto de libreta nueva que tengo, pues comprar una sin haber llenado la que tengo , va en contra de mis reglas de uso de libretas, y segundo, es un capricho innecesario. 

lunes, 18 de julio de 2016

11 cuadritos de papel higiénico

Ayer fui a un baby shower.  Después de renegar sobre tener que ir y pensar acerca de por qué debemos seguir ciertas conductas para no ser tachados como groseros, la experiencia no fue tan traumática.

Lo que más me aburre de ese evento, es el momento de los juegos: imaginar cuanto mide la panza de la mama, dinámicas con el nombre del bebé que viene en camino, etc.  Afortunadamente en esta ocasión iba con una amiga y a ella alguien le había dado una respuesta infalible: "La barriga de la mamá mide 11 cuadritos de papel higiénico".

Ese dato, como miles de datos que no sirven para nada, quedó grabado en mi cabeza de inmediato e iba a ser mi tabla de salvación para cualquier juego o dinámica en la que me tocara participar.  Mi respuesta, sin importar cual fuera la pregunta, iba a ser: "11 cuadritos de papel higiénico".

Afortunadamente nuestra amiga y próxima madre dejó nos dejo tranquilos en la esquina que nos sentamos y le pidió el favor a sus  hermanos que no nos hicieran participar en ninguna actividad.  De todas maneras fuimos los ganadores del concurso de medición de la barriga. Para este  nos dieron un trozo de cuerda elástica sobre el que debíamos marcar, exactamente, la distancia que iba a cubrir la barriga.

Manejando la cuerda con mi amiga la rompimos cuatros veces y luego de remendarla, su largo coincidió exactamente con la barriga de nuestra amiga.  El premio fue un tetero de juguete repleto de M&M's.

Recuérdenlo, 11 cuadritos de papel higiénico. 

sábado, 16 de julio de 2016

Tono narrativo

Una vez un profesor me critico un dialogo de un personaje, una mujer, porque utilicé un lenguaje fuerte que no le cuadraba y además, el personaje presentaba una actitud que no correspondía con el resto del texto.

Hace unas horas leí un artículo sobre un tema interesante.  El autor comenzó bien pero después de un par de párrafos cambió el tono de su escrito y comenzó a utilizar groserías.  Una de las conclusiones que escribió sobre uno de los puntos, con el que estaba en desacuerdo, en su artículo fue: "Que gonorrea eso".

 Nunca entendí la necesidad, ni la manera  de utilizar ese tipo de palabras en su escrito, y no me refiero a que debió haber utilizado un lenguaje completamente lírico o repleto de figuras narrativas, pues el tema no se prestaba mucho para eso.  Era una columna de opinión, que termine de leer más por reafirmar mi desacuerdo con el tono  que porque en realidad quisiera hacerlo.

Me imagino que muchas veces utilizamos ciertos tonos narrativos para caer bien, para mostrarnos "chéveres".  Intentamos escudar quiénes somos detrás de las palabras y olvidamos que los textos tienen que tener coherencia en todo sentido.  

jueves, 14 de julio de 2016

Frases chimbas

Me siento a leer en un café mientras espero a alguien.  Dos mujeres ubicadas detrás mio charlan animadamente.  En un momento logro escuchar de forma clara lo que hablan: "A cada persona le llega el momento de pagar por lo que hizo" le dice una a la otra.

No alcanzo a escuchar la respuesta, pero parece que la interlocutora cuestionó esa perla de sabiduría, pues la mujer que tiene claro como funciona el sistema de deudas a nivel cósmico le responde: "¿Pero entonces qué Pao?  ¿Que él decida?."

Volteo a mirar a las mujeres; inmediatamente  bajan la voz y la que está convencida de que en el  momento menos pensado  tendremos que cancelar nuestra deuda(s), me mira con cara de pocos amigos.  Rápidamente doy media vuelta otra vez,  pues que miedo deberle algo a esa señora.

Ese "él", que nunca me enteré como se llama, quien sabe que fue lo que le hizo a Pao y, se supone que le llegará un momento en el que deberá pagar por eso, pero  ¿cómo saber que si va a pagar? Esa frase que le regalo esa mujer a su amiga, es prima hermana de "Las cosas pasan por algo" y otras tantas que anestesian momentáneamente.  Frases chimbas que nos repetimos una y otra vez para hacer más llevadera la existencia. La verdad es que muchos nunca pagan, y por eso el mundo esta cada vez está más lleno de deudas a cualquier nivel.

miércoles, 13 de julio de 2016

Millón de dólares

Estoy almorzando y suena mi celular.  Dejo que agote sus timbrazos, "Si es importante me volverán a llamar" pienso. En menos de 5 segundos vuelve a sonar , se supone que, ante tanta insistencia, la llamada debe ser  importante.

Contesto.  Una mujer me da las buenas tardes y verifica mi nombre, le digo que sí soy esa persona, mientras pienso que es imposible que el nombre sea el encargado de definir nuestra identidad.  La mujer se presenta,  se llama Lady.  Siempre que escucho ese nombre me imagino un baile, en un gran salón, lleno de realeza.

Lady me trae de vuelta a la realidad y me dice que es empleada de una empresa de telefonía celular. Emocionada me cuenta que el motivo de su llamada es para informarme sobre unos "Excelentes beneficios" a los que puedo acceder, debido al buen manejo de mi línea.  Entre los servicios se encuentra una mayor velocidad para navegar en Internet y un paquete de minutos adicionales.

Lady agarra confianza con su discurso y continúa nombrando los beneficios pero yo, como todo un Lord, la corto.

"Espere un momento,  Lady,  ¿cierto?" 
"Si"
"Mire Lady, la verdad, independiente de lo que me ofrezca, estoy seguro que le voy a decir NO a todo"
" ¿Por qué señor Juan Manuel?
"Porque cualquier cosa que usted me ofrezca, implica gastar más dinero.  Solo respondería sí, si me ofrece un millón de dólares 
Ríe. "No tengo un millón de dólares"
"Bueno, muchas gracias por la llamada"
"Gracias a usted"

martes, 12 de julio de 2016

uncertainty app

Dos hombres se encuentran y, después del saludo, uno le pregunta al otro: " ¿Y en qué proyecto anda?
"Ahorita con ninguno"
" ¿Entonces que está haciendo?"
"Ahorita estoy de application manager.  Lo de los proyectos está complicad. Ahorita más bien estoy en la mira." Mitra a su interlocutor y suelta  una risa forzada.
"Igual que mi jefe que es argentino" le responde el otro "Ya están que lo sacan"

Creería ciegamente en el mundo de las aplicaciones si alguien inventa una  para el manejo de la incertidumbre, pero eso es un imposible.  Por lo menos que tuviera un rango de error pero  ¿quién lo aseguraría?,  ¿Quién sería capaz de decir, "La uncertainty app solo tiene un porcentaje de equivocación del 20, 30 o 50%".

El Applications Manager no sabe que va a ocurrir con su trabajo.  Cualquier día, cuando falte media hora para terminar la jornada laboral, su jefe lo va a llamar para informarle que ya no hace parte de la compañía.  Lo bueno es que ahí terminará su incertidumbre. 

lunes, 11 de julio de 2016

Porro eterno

Sábado. Raúl me llama para que nos tomemos unas cervezas.  Hace calor, ese clima que se conoce como "sol cervecero", al que las personas se suelen referir con una sonrisa en sus caras; a la larga una excusa pues cuando tomar es el fin no importan mucho las condiciones meteorológicas.

"¿Qué más hermano? oiga, estoy con Camila tomándome unas cervezas,  ¿quiere venir?".  "Este sol cervecero  amerita unas cervezas."  pienso.  No conozco a Camila, solo sé que es una mujer con la que Raúl eventualmente sale, una especie de amiga con derechos.

Cuando llego al lugar me entero que el número de horas que llevan en el local, es casi proporcional a la cantidad de jarras que se han tomado.  Después de saludar a Camila y hablar sobre cualquier estupidez, esquivando temas demasiado comunes como el clima, profesiones, etc. Camila, que tiene puestas unas gafas negras con Marco de carey y fuma un cigarillo con desparpajo, me dice en medio de una sonrisa :  "Yo ya estoy muy borracha."

No me parece que esté borracha, o lo disimula muy bien.  Terminamos la jarra que tienen en la mesa y pedimos otra.  Cada vez que le voy a servir a Camila, ella pone la mano sobre el vaso para indicar que no va a tomar más: "Ya estoy muy borracha" insiste. No la presiono y Raúl y yo nos terminamos la Jarra.

Raúl se va al baño y no sé me ocurre sobre que hablarle a Camila.  Ella sigue fumando y para botar el humo gira la cabeza hacia el cielo y se queda mirando las nubes por unos segundos, como exigiéndoles que se vayan para que el sol aparezca nuevamente.

De un momento  otro comenzamos a hablar sobre Raúl.  Le cuento que me gusta su manera de ver la vida, pues parece que no lo preocupa nada, y que lo que le pasa es exactamente lo que necesita,  Camila sonríe y me dice: "Si, él en todo momento parece como si se hubiera fumado un porro".

jueves, 7 de julio de 2016

Libros de bolsillo

Hoy, mientras esperaba a una persona, entré a una librería con el firme propósito de solo hojear libros; así que no pregunté por ninguno en especial sino que me puse a caminar por los pasillos, hasta que llegué a la engañosa  sección de "libros de bolsillo".

En ese lugar todos los libros estaban plastificados así que no pude leer apartes de ninguno delos que vi: Alejandro Magno, el primer soldado, la muerte de Artemio Cruz, mañana no será lo que Dios quiera, el niño perdido, pregúntale a Alicia.

Agarré uno de los libros al azar e intente meterlo en el bolsillo de mi pantalón. Era claro que el ancho del libro sobrepasaba la abertura del bolsillo, así que lo doble en dos, como un periódico, y ahi sí cupo. Di unos pasos y un empleado de la librería me preguntó que qué estaba haciendo. Le expliqué que quería mirar si realmente el libro cabía en mi bolsillo. Me miro mal y me dijo que lo devolviera al lugar de donde lo había agarrado y que no hiciera lo mismo con otros libros.  Esa nunca fue mi intención porque me basto hacer la prueba con ese, el libro más pequeño, para darme cuenta lo incomodo que era llevarlo en el bolsillo.

Luego  busqué la definición de libro de bolsillo en mi celular: "Libro ligero de pequeño tamaño y muy manejable; generalmente es una edición barata de una obra ya publicada".  Me aprendí de memoria la frase hasta la palabra manejable. En la caja les dije que sus libros no tenían nada de bolsillo y que era más manejable un ladrillo. 

Como hablé fuerte, varias personas se arremolinaron a mi alrededor para saber de que estaba hablando.  Al final una señora me dijo que por favor abandonara la librería y que si no lo hacía iban a llamar a seguridad. 

Deberían darle otro nombre a ese tipo de libros, algo como: libros para bolsillos de gabardinas o libros de morral, de otra manera estoy seguro que la única forma de meterlos en un bolsillo es triturando sus páginas. 


miércoles, 6 de julio de 2016

Dejarse ir

En la época del accidente que me dejo el amable recordatorio, pude salir del hospital por un par de días para ir a mi casa.  En ese entonces no podía mover el lado izquierdo de mi cuerpo y no tenía gafas ni lentes de contacto.  Recuerdo que una de las pocas cosas que pude hacer, que disfruto mucho, fue escuchar música. 

Mi hermano instalo un reproductor de cd en el cuarto que me estaba quedando y me pregunto qué quería escuchar.  Por molestar, pues ya estaba completamente fuera de peligro, le dije que pusiera Heaven can wait.  Él me dijo que no fuera bobo y al final, si no estoy mal,  escogí el Made in Japan, el mejor disco del universo.

Hace poco, el papa de un amigo pidió escuchar a los Beatles, su grupo preferido, en su lecho de muerte.  El era médico y cuando supo que no se le podía dar marcha atrás a su enfermedad, tomó la decisión de apagarse, de dejarse ir, de entregarse y abrasar la muerte sin ningún tipo de remordimiento.

Se necesita demasiada sabiduría y tranquilidad para hacer eso.  Abandonar la lucha deliberadamente es mil veces más difícil que dar la pelea.


"I can't believe that really my time has come
I don't feel ready, there's so much left undone
And it's my soul and I'm not gonna let it get away"
- Heaven can wait -

martes, 5 de julio de 2016

El sonido primordial

Recuerdo que en la época que salió el álbum doble Use your Illusion de guns and roses, un amigo me contó que algunos gritos roncos de Axl Rose, estaban modificados digitalmente, y que incluían rugidos de leones y sonidos de otros animales. Siempre se me quedó grabada la imagen de un león rugiendo en el estudio de grabación, evento que tal vez sólo ocurrió en la Metro Golden Mayer.

Hace poco vi, o más bien escuché un video que se titula El sonido primordial, en el que se puede escuchar el sonido de los primeros 400.000 años después del "Big Bang".  Esperaba que ese sonido fuera similar a una explosión, digna de reventar el tímpano.  Queda clara la decepción que me lleve al darle play , pues no sé como carajos saben que ese sonido representa 400.000 años, y si no se han dado cuenta que es completamente aburridor.  Creo que Mac Phantom haría una mejor interpretación de ese sonido.

Esperaba algo similar a un  grito largo y ronco de Axl Rose, sumándole explosiones y ruidos de cañones a los rugidos de leones y barritos de elefantes, más uno que otro sonido de Tiranosaurio Rex.

lunes, 4 de julio de 2016

Política

Soy malo para hablar acerca de política.  Siempre que tocan ese tema me quedo callado y escucho la opinión de todos los que participan en la conversación.  Algunas veces coincido o me parece apropiado lo que dicen, otras no y, en ocasiones, cuando comienzan a nombrar políticos, me pierdo porque no tengo ni la más mínima idea a quien hacen referencia.

El Viernes pasado estuve en una reunión, donde había mucho vino, buena comida y conversación.  En un momento comenzaron a hablar sobre política y adopté mi conducta hermética; de vez en cuando sonreía o asentía con la cabeza. Esta vez se pusieron a hablar no solo sobre política local, sino de países vecinos, en especial Venezuela.

No me gusta hablar sobre política primero porque no domino el tema y segundo porque me gusta cuando las personas se destapan en las conversaciones, cuando me cuentan algo importante de sus vidas; que los  mueve, a que le apuestan y por qué.

La política es una conversación fácil, un lugar común al que se acude con algo de conocimiento, pero lugar común al fin y al cabo, una salida tan fácil como hablar sobre el clima o  fútbol, y además es el tema perfecto para indignarse con el universo y el resto de los humanos.

Siempre tengo presente una frase de La Fiesta del Chivo: "La política es abrirse camino entre cadáveres".  Una persona en la reunión, en un momento donde se cambió el tema, dijo que no le gustaba el escritor peruano, que sus diálogos le parecían sosos y que nada como Hemingway en ese aspecto.

En ese momento me entusiasme un poco, porque creí que la conversación se iba a encaminar hacia novelas y autores, pero alguien sentenció que Vargas Llosa era de ultraderecha y el buen camino que había tomado la conversación se desvaneció.