A mí me gusta rodearme de gente que tenga algo por decir, algo que aporte, que le de valor a la existencia de uno; no tienen que ser personas en extremo inteligentes o brillantes, simplemente deben tener como característica principal, el brindarle alegría a mí vida.
En cuanto al complemento de la idea anterior, (1- la idea anterior, para ponerlo en términos de probabilidad, ¡ja! ¿nota usted cuan inteligente soy?,lo siento, me encanta desviarme del tema que estoy tratando) aborrezco a esas personas que no ven soluciones sino solo problemas, que no tienen puntos de vista propios, y que cuando los tienen, les importa poco defenderlos. Esas personas que solo se desenvuelven bien, cuando de hablar mal sobre otros se trata.
Creo que el tema llegó a mi cabeza porque en estos días volví a tener contacto con una bloguera de la vieja guardia, la cual definitivamente hace parte del primer grupo. Estimado lector, hoy voto porque le apueste a esas personas que tienen muchas cosas por decir. Identifíquelos bien, no saben lo valiosas que son.