Una pareja de amantes está en dormida en la cama de un motel. El hombre se despierta y se entra al baño a ducharse, pues ya es sábado y quedó de llevar a su hijo al entrenamiento de fútbol. Parece que la mujer sigue durmiendo. Lo que el hombre no sabe es que está muerta.
Esa es la escena que abre un cuento que estoy escribiendo.
Busco un nombre para ese personaje infiel. Sé que podría ponerle cualquiera: Pedro, Carlos, Mario, Juan, Dario, etc. pero al final me decido por Derek, pues resulta que el señor es gringo, y se apellida O'Moore.
Me pregunto si los nombres tendrán algo que ver con los rasgos de personalidad de cada persona, qué sé yo, si los Camilos, por decir cualquier cosa, tienden a ser mala clase, mientras que las Marías son buenas personas.
Imagino que hay personajes que solo podían tener un único nombre, por ejemplo Urania en la Fiesta del Chivo de Vargas Llosa:
“Su nombre daba la idea un de planeta, de un mineral, de todo, salvo de la mujer, espigada y de rasgos finos tez bruñida y grandes ojos oscuros, algo tristes, que le devolvía el espejo.”
Siempre recuerdo esa descripción, que me parece tan precisa, tan Urania, en fin. No había forma de que Llosa le hubiera puesto Carolina, Patricia o cualquier otro nombre, tenía que ser Urania sí o sí. Quién sabe de donde lo sacó.
A veces me vuelvo un ocho escogiendo los nombres de mis personajes. el de O'Moore, por ejemplo, lo saqué de un página de que genera nombres aleatorios. Lo más seguro es que lo cambie porque no me convence de a mucho, me suena como a nombre de vaquero, pero ¿qué carajos sé yo de vaqueros?, en fin, el hecho es que no me termina de sonar del todo.