Cuando uno decide escribir una historia, bien sea larga (novela) o corta, uno de los elementos más importantes y al cual muchas veces no se le presta atención, es a la trama. Sentarse a escribir de primerazo es muy rico, ese dejar que las palabras fluyan a través de las manos, es algo que a mí me genera una tranquilidad increíble, en resumidas cuentas me hace feliz, pero creo que uno siempre debe saber hacia donde quiere encaminar sus escritos.
No quiero decir que escribir por pura, ¿intuición podría decirse?, sea del todo malo, pues usted nunca va a tener definido todos los elementos de su historia y hay personajes que aparecen y usted nos los había vislumbrado en un principio. Me imagino que también existirán esas personas que pueden catalogarse como"errores divinos", usted sabe, esos que cualquier cosa que escriben es perfecta. Lamentablemente no pertenezco a ese grupo.
Cuando uno empieza a escribir sin esa especie de "rumbo", llega un momento en que la historia pierde el sentido, por ese hecho de escribir por escribir, y esto es algo que no solo siente el escritor sino que también termina sintiendo el lector.
El punto que realmente le quiero tocar estimado lector, es que cada uno debe definir la trama de su vida y si usted es de esos que espera que la misma se escriba a los trancazos, si no quiere "plotearla" o está esperando a que otros se la definan, ¿no le parece una completa aburrición?.
Siempre he pensado que una de las mejores cosas de la vida es que uno puede hacer lo que se le de la berraca gana con la misma, por eso lo invito a que no la vaya escribiendo porque le tocó sino que se arme una buena trama; que su historia sea digna de ser narrada en un libro.