Hoy mientras esperaba una reunión, fui a un café y me puse a leer un rato. Entonces apenas uno se sienta, entran en el campo visual un grupo de personas. Como ya lo he escrito antes, me gusta mirar a las personas e imaginarme historias alrededor de sus vidas, ¿cómo serán?, ¿a qué se dedican? ¿son asesinos en serie? y así, cualquier tipo de pregunta.
Hoy ví a una señora tecleando en su portatil marca Apple, dos amigos; uno tomando un martini y el otro un coctel de color rojo que bien podría haber sido "Cerezano" rendido; otra mujer hablándole al computador (me imagino que por skype), y una pareja de amiguis que se sentaron justo a mi lado para desatrasar cuaderno pues hace mucho tiempo que no se veían.
La señora del Apple tecleaba frenéticamente un rato en su computador, actividad que interrumpía para mirar su celular. ¿qué estaría escribiendo? ¿un E-mail, una carta, una novela próxima a convertirse en un Best Seller? Muchas veces solemos juzgar a las personas por su apariencia y terminan siendo algo completamente distinto a lo que pensamos que eran. Apenas llegué la vi que estaba mirando su celular y pensé "pero al fin qué ¿está escribiendo o jugando con el Smart Phone. Cuando empezó a teclear como "loca" me pregunté ¿que tal que esté escribiendo una obra, la cual va a revolucionar la literatura? Decidí mejor quedarme con este pensamiento que no le apuesta a juzgar, actividad que dominamos a la perfección.
El hombre que estaba tomando el martini dijo "es que a mí la verdad no me gusta mezclar trago con café" punto de vista que quedo totalmente reforzado al empacarse un Martini un Miercoles a eso de las 5 de la tarde. Vuelve y juega eso de juzgar, pensé en ese momento que solo se debería tomar trago los viernes, Sábados, o en eventos como coteles o comidas; pero es la misma vaina que pasa con comer huevo. Uno siempre ha enmarcado al huevo como alimento exclusivo para el desayuno. Queda claro entonces que usted puede tomar cualquier día y a cualquier hora y comer huevo cuando se le de la berraca gana.
La señora que le estaba hablando al computador estaba muy lejos y no alcancé a distinguir sus palabras, pero fue interesante ver como movía los brazos de arriba a abajo, como queriendo darle más fuerza a sus palabras, así su interlocutor no estuviera al frente, . Definitivamente es muy complicado hablar solo con la boca.
Por último me centré en los amiguis que hacía mucho no se veían:
Amiga: Por ahí me contaron un chisme; que te vas a casar?
Amigo: Si me caso en "tal fecha"
Amiga (sin dejarse echar tierra): Yo también me caso.
Amigo y amiga chocan las manos de forma torpe, celebrando el hecho de que se van casar.
Amiga: Si, es necesario hacerlo, la relación coge otro tono.
¿Qué diablos es eso de otro tono? ¿Que tono tiene una relación antes de casarse aparte, obviamente, de no estar casados? ¿Se van a querer más? no entendí eso del otro tono; me imagino que fue así porque no estoy casado, en fin.
Finamente Amiga abre su portátil y comienzan a hablarle a Amigo sobre negocios y proyectos. Desconfió de esas personas qu cuando hablan sobre proyectos, lo hacen como si fueran eruditos en el tema, como si decir que trabajan en un proyecto les diera un estatus superior. Apenas comenzaron a utilizar términos con palabras rebuscadas, dejé de ponerles atención e intenté sumergirme nuevamente en mi lectura.
Lo último que escuche fue a Amiga diciendo: Tenemos que armar parche para montar en bicicleta por tal lado que es divino".
Me quedé pensando en cuales pueden ser los posibles tonos o colores de un matrimonio y si el tono de la relación cambia apenas uno firma el acta del evento; vaya usted a saber.