lunes, 23 de junio de 2014

Palanca

Arquímedes mencionó aquella famosa frase de "Dame una palanca y moveré el mundo".  Para cuestiones de física es una frase que aplica totalmente, pero en cuestiones laborales la frase se "tuerce" para convertirse en : Dame una palanca y estancaré el mundo.

Suponga que usted tiene ciertas aptitudes que le permitirían realizar determinado tipo de trabajo y ocupar un puesto laboral con el que siempre se ha soñado.  Si el mundo fuera siempre justo, lo más razonable sería que usted ocupara dicho puesto, a menos que exista una persona que tenga más experiencia en su campo, en cuyo caso, usted se convierte en el complemento de la búsqueda laboral de esta.

Algunas veces esto ocurre, pero en otras ocasiones simplemente las empresas dan los puestos por la fuerza de alguna palanca laboral; la cual tiene el suficiente poder de ubicar a quien se le de la gana en cualquier tipo de cargo. Justo en ese momento en que el cargo es ocupado con la ayuda de una  palanca, es cuando el mundo se comienza a estancar.

Es muy poco probable que la persona que ocupo un puesto gracias a una palanca, quiera dar lo mejor de sí en el mismo.  Entonces después de un tiempo esta se sentirá miserable porque por más grande que haya sido la palanca, no se va a encontrar a gusto en el cargo ocupado.

Por otro lado, aquel que se acoplaba  al puesto perfectamente; probablemente ocupó otro, el cual no creé que lo llena de la misma forma que aquel que le quitó la acción de la palanca.  

Imagino que desde la primera palanca laboral que se ejerció en el mundo, vino una seguidilla de personas insatisfechas, porque están en un puesto que los agobia a pesar de la palanca o bien porque les toco buscar un puesto en el que no se encuentran a gusto por culpa de una palanca laboral que les arrebató otro.

Queda visto, entonces, que las palancas laborales, entristecen a las personas y estáncan al mundo.