Hace unos días, mientras comía con mi hermano, en un momento de la conversación tocamos el tema de la tecnología. Yo expuse mi punto de vista y dije que a veces me aburre que exista tanta, y como escribí hace algún tiempo, creo que nos preocupamos demasiado por esta y a veces nos abruma; mientras todavía existen varios problemas que necesitan una solución rápida; por ejemplo, la desnutrición infantil.
Mi hermano me dijo que si me parecía tan aburridora la tecnología, debería actuar de acuerdo a mis pensamientos y no utilizar smart phone. Fue un punto válido, y que por un segundo me dejó sin respuesta. Al rato contesté algo, pero la verdad lo hice para salir de paso, y no enfrascarme en una discusión con él.
En estos día volví a pensar en eso, y creo que muchas veces actuamos a medias, es decir, pregonamos algo, pero en realidad actuamos en contravía de eso que exponemos con tanta propiedad.
De pronto todo funcionaria mejor si no fuéramos tan ambiguos y tuviéramos posturas más radicales frente a diferentes temas. Ahí sigo con mi teléfono celular, de pronto no aborresco tanto a la tecnología como suelo pensar.