Sin embargo, hoy hay uno que me llama la atención. Su remitente es Clara, una vidente en línea.
Luego de dar clic en él, Clara me cuenta que hoy es mi día de suerte y que tengo derecho a sus servicios de clarividencia 100% gratis. Ya decía yo que algo bueno debía sacar de perder tiempo mirando la carpeta de spam.
Hay un botón que dice “Ver más”, ¿qué tal que el correo de Clara sea el que he estado esperando, el que me va a cambiar la vida? Me digo que de pronto es así, pulso el botón y caigo en una ventana de chat.
La mismísima Clara me saluda y me cuenta que me estaba esperando. Luego dice que está teniendo un presentimiento, ¿qué será?
“Bogotá… ¿Esta ciudad significa algo para ti?”, me pregunta. Caos, pienso responderle, pero no me da tiempo y me dice que quiere hacerme un regalo: una predicción gratuita. Además, va a revelarme cuál es mi piedra o cristal de protección.
Me pide perdón por no haberme preguntado mi nombre y me lo pide.
“Juan”, escribo en el chat y de inmediato me pide mi fecha de nacimiento. Es rápida esta Clara, o bien, la tiene clara.
Me pide un minuto para averiguar cuál es mi piedra de protección y escribe que me enviará la información tan pronto interprete mis datos.
Se demora menos de un minuto haciendo esa interpretación, y me informa que mi piedra de luz es el Lapislázuli.
Al ser esa mi piedra, Clara dice que soy una persona particularmente sensible, con capacidades extrasensoriales en mi interior (las imagino en el estómago, ¿dónde más?). También dice que soy una persona recta, honesta, y fiel en la amistad.
Concluye que al entrar en contacto con el lapislázuli voy a incrementar mi entendimiento de los demás. Y voy a poder tomar control absoluto de mi vida.
Antes de despedirse Clara me cuenta que debo exponer la piedra a los rayos lunares y tenerla cerca para aprovechar su energía.
Antes de despedirse Clara me cuenta que debo exponer la piedra a los rayos lunares y tenerla cerca para aprovechar su energía.