Ayer fui a un baby shower. Después de renegar sobre tener que ir y pensar acerca de por qué debemos seguir ciertas conductas para no ser tachados como groseros, la experiencia no fue tan traumática.
Lo que más me aburre de ese evento, es el momento de los juegos: imaginar cuanto mide la panza de la mama, dinámicas con el nombre del bebé que viene en camino, etc. Afortunadamente en esta ocasión iba con una amiga y a ella alguien le había dado una respuesta infalible: "La barriga de la mamá mide 11 cuadritos de papel higiénico".
Ese dato, como miles de datos que no sirven para nada, quedó grabado en mi cabeza de inmediato e iba a ser mi tabla de salvación para cualquier juego o dinámica en la que me tocara participar. Mi respuesta, sin importar cual fuera la pregunta, iba a ser: "11 cuadritos de papel higiénico".
Afortunadamente nuestra amiga y próxima madre dejó nos dejo tranquilos en la esquina que nos sentamos y le pidió el favor a sus hermanos que no nos hicieran participar en ninguna actividad. De todas maneras fuimos los ganadores del concurso de medición de la barriga. Para este nos dieron un trozo de cuerda elástica sobre el que debíamos marcar, exactamente, la distancia que iba a cubrir la barriga.
Manejando la cuerda con mi amiga la rompimos cuatros veces y luego de remendarla, su largo coincidió exactamente con la barriga de nuestra amiga. El premio fue un tetero de juguete repleto de M&M's.
Recuérdenlo, 11 cuadritos de papel higiénico.