jueves, 7 de abril de 2016

Escopeta

Nunca me han atraído las armas de fuego; más que respeto les tengo miedo.  Hace muchos años acompañe al novio, ahora esposo, de una prima y a ella a una finca a  practicar tiro al plato.  Esa vez fuimos con un primo que se llama Edgar con el que me veo cada siglo. 

Cuando llegamos al lugar y luego de que  prepararan la máquina que dispara los discos de barro, el esposo de mi prima me dejo sostener la escopeta.  no recuerdo habérsela pedido, sino que el el debía ponerse un chaleco para comenzar la práctica y me pidió el favor .

Yo, haciendo alarde de taradez infantil, agarré la escopeta, llamé a Edgar y le apunté.  El esposo de mi prima se dio cuenta de eso, me grito "¿Qué está haciendo?" y me rapó el arma.  Nunca voy a olvidar su mirada de mal genio que sólo decía "chino güevón". Una vez agarró el arma, me dijo "Nunca le apunte con un arma de fuego a una persona".

"A no ser que se trate de un caso de emergencia, cuando cojas, 
entregues o transportes un arma de fuego, es fundamental que 
la lleves descargada. Y cuando veas una, es fundamental que 
te comportes como si estuviera cargada."
- IQ84 -