miércoles, 12 de abril de 2023

Nadismo

Llevo un par de días sin aparecer por acá. Han sido un par de días en una especie de limbo, producto, imagino, de residuos del malestar de la semana pasada, de una noche de fiebre que me hizo delirar y me dejó como marca un fuego en el labio.

Eso del fuego me acuerda de un artículo que leí sobre combustiones espontáneas en una revista Muy interesante cuando era pequeño, y que no me dejó dormir por varias noches, pue pensaba que me iba a ocurrir, y que de mí solo iban a quedar un montón de cenizas sobre el colchón, tal cual como en algunas fotos del artículo.

Volviendo al tema, esos calores, al parecer, habían freído mi sistema. Por eso no había vuelto a escribir nada, porque no me habían dado ganas de hacerlo. Lo único que quería hacer era echarme en la cama y mirar pal techo; actividad poco recomendable en ese estado que experimentaba pues entraba en modo trascendental y me planteaba todo tipo de preguntas.

experimentaba entonces un episodio crónico de nadismo: ganas de hacer nada, hasta el punto de que ni siquiera quería leer.

No tener ganas de hacer eso indica que algo anda mal, muy mal.

Era una especie de internal server error del alma, y debía hallar la manera de Limpiar la caché y las cookies de mi navegador interno.

No sabía cómo hacerlo así que supuse que una posible solución era aplicar el Ctrl+Alt+Supr más viejo del mundo: dormir, y eso fue lo que hice: dormir más que un perro chiquito recién nacido.

Mi método debió haber surtido efecto porque hoy me levante renovado, con ganas de leer todos los libros que tengo pendientes y de arrejuntar unas cuantas palabras.

Me desperté, a la larga, con ganas de hacer cosas, lo que fuera, y bien dice Ray BradBury en Zen en el Arte de Escribir que hacer es ser, y que haber hecho no es suficiente, sino que la clave está en atiborrarse de hacer; ese es el juego.

Imagino que hacer, lo que sea, evita caer en las trampas de la mente, en rumiar una y otra vez pensamientos que, de tanto procesamiento, se transforman en esa sustancia viscosa y oscura que conocemos como ansiedad.