Hoy nuevamente fui al médico, pero contrario a lo que le comenté en esta ocasión, no pensé en que me iban a decir cuantas semanas me quedaban de vida, por el contrario, me sentí como si estuviera presentado un prueba; por algo lo deben llamar examen médico.
Y es que uno llega al consultorio y como siempre lo bombardean con miles de preguntas, justo cuando eso empieza a pasar, me imagino que estoy en una especie de test que resulta complicado, pues debo contestar la verdad al mismo tiempo que espero obtener un buen resultado.
Hoy la doctora que me atendió, por ejemplo, me pregunto lo de siempre, que si fumaba, tomaba, consumía algún medicamento o había consumido alguna sustancia psicoactiva a lo largo de mi vida; parece que uno estuviera llenando el formulario de la visa gringa, con la única diferencia que no le preguntan si usted ha sido proxeneta; el caso es que en ese momento me imaginé que la doctora tenía una especie de tabla donde podía ir calificando las preguntas, es decir:
TOMAR TRAGO:
frecuentemente: -10 puntos
Socialmente: 0 puntos
No consume: 10 puntos
FUMAR
SI: -10 puntos (Hacer énfasis especial en la pregunta sobre consumo de sustancias psicoactivas)
No: 10 puntos
Socialmente: El paciente es un imbécil.
Finalmente la consulta terminó y no supe cuanto me saqué, espero no haberme rajado. Algún día le preguntaré a un doctor si le dan puntaje a los pacientes que atienden a lo largo del día, de ser así deberían decirle a uno cual fue el resultado; debe ser bueno poder llegar con ese tipo de noticias a la casa.