No sé para qué miro tanto twitter si es un lugar repleto de fanatismos y verdades absolutas, en el que uno no puede decir “mu” porque lo van tildando de hijueputa.
Imagino que una de las razones por la que hago eso, es que soy masoquista. Hay veces, por ejemplo, que quiero indignarme a propósito, entonces voy a las cuentas de personas que me caen mal y leo sus publicaciones en silencio; ya saben que no me gusta interactuar con desconocidos en una red social, y mucho menos para que me echen la madre por cualquier cosa.
Hoy, yendo de un perfil a otro y en un arrebato de Scroll down, caí en una noticia que me llamó la atención: “Mujer capta un demonio junto a la cama de su nieto”. El tweet venía acompañado de una imagen en blanco y negro, en la que se veía una figura humana cerca de una cuna.
Contaba la noticia que, a causa de unos ruidos, una mujer decidió instalar una cámara en el cuarto de su nieto, apuntando hacia la cuna, y que se llevó una gran sorpresa cuando revisó las imágenes que había captado el aparato.
La noticia decía: “se puede observar una figura humana con cuernos”, o algo así, pero yo la verdad no le vi los cuernos por ningún lado.
La mujer se metió a un grupo de Facebook para pedir ayuda, y le dijeron que a veces eso pasa, y que son los familiares muertos, como los abuelos, que vienen a visitar a su nieto.
La noticia tiene toda la pinta de ser falsa o de relleno. Mientras la leía me preguntaba si no debería, más bien, buscar noticias relacionadas con escritura, libros o cualquier otro tema, digamos, más “serio”.
Supongo que algunos nos sentimos más atraídos hacia esas historias que bordean la fantasía y la ficción, y creemos que nos pueden aportar mucho más a nuestras vidas, que eso a lo que llamamos realidad.