Mi jardin infantil fue muy chévere porque estaba rodeado de muchos arboles y tenía muchos animales En ese entonces yo lo consideraba una especie de mini zológico. Más o menos ubicada en la mitad, se encontraba una una malla que encerraba un arbol. En él, supongo, vivían dos ardillas.
Una de las primeras cosas que se puede asociar con ese animal son las nueces. Como nunca me echaron nueces en mi lonchera (Que estafa que a uno le empaquen eso), cuando yo me acercaba a su jaula, les daba chitos. Era muy divertido ver como los agarraban con las dos patas delanteras y lo deboraban rápidamente moviendo su boca horizontalmente y de arriba a abajo. Podría decirse entonces que las ardillas son un animal tierno.
Por otro lado se encuentran las ratas, un animal que consideramos asqueroso. Es probable que si uno le da a un chito a una rata también se lo coma de la misma manera que la ardilla, pero nuestra estructura mental ya tiene definido que son un asco, y catalogaríamos de loco y cochino a aquel que intenté alimentarlas o mostrarles algo de afecto.
Mientras eso pasa a nuestro alrededor, en la India existe el templo Karni Mata, donde se rinde culto a unas 20.000 ratas, que se cuentan casí con el mismo estatus que la vaca, el animal sagrado de ese país.
Creo que nunca alimentaré una rata. El punto es que la manera en que abordamos muchas de las cosas que frecuentemente vemos o vivimos, lo hacemos desde otro punto de vista ajeno a nuestra "primera persona", y por eso tantas cosas nos parecen igual o más raras que ver un grupo de rata s caminar a nuestro lado y/o alimentarlas.
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