Hoy estaba acostado en mi cama. De repente comenzó a sonar el computador, debido a que alguien me estaba enviando mensajes por el chat de gmail. Al principio no quería levantarme, pero no me aguante las ganas de saber quien era y por qué me estaba buscando desesperadamente, por decirlo de alguna manera.
Mientras me ponía de pie, fantaseé con la idea que Jessica Alba hubiera conseguido mi dirección de correo electrónico, y qué me estaba buscando para tener sexo sucio. No fue así. Una amiga me escribía para decirme que había leído una entrada reciente; que le había gustado, pero que, segun ella, con ciertos cambios habría sido mucho mejor. Básicamente mencionó el uso de una figura narrativa de la que suelo abusar, y más que eso, una que frena la fluidez del escrito. Sinceramente debo ser más consciente de ese cliché de forma cuando escribo, pues no es la primera persona que me lo critica.
Pensé que ya no tenía nada más por decirme, pero el palo continuo; esta vez para anotar que habría podido utilizar mucho mejor la tensión y conflicto del episodio que narré. Esa tensión, angustia y/o conflicto es supremamente importante, porque es el que suele enganchar emocionalmente al lector; ese disparo directo al corazón.
Para finalizar me dijo: "Y ya sabes, si quieres quien destruya tus historias " call me" jajajaja; ya sabes que es en buena onda :)"
Ha sido una de las mejores críticas que he recibido, porque no fue el típico comentario adulador de tía "míjito usted escribe súper lindo, ojalá lo publiquen para comprar todos sus libros"; sino uno, sin ningún tipo de drama o mala intención, de una persona que espera que uno en un futuro, haga un mejor trabajo.
Debemos aprender a dar palo con estilo y criticar con argumento; inevitablemente esto va de la mano con no tragar entero y cuestionar todo; lo que también nos lleva a cocrear, innovar, etc. y quien sabe que otra cantidad de cosas buenas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario