La mujer lleva una camisa suelta que permite que se le vean sus hombros y parte de la espalda. En el omóplato derecho lleva un tatuaje. Son tres notas musicales inclinadas y en color negro; una corchea, una negra y una clave de sol, que, parece, se revelan ante un pentagrama, pues están una encima de otra.
¿Por qué se lo hizo?, ¿tiene un significado especial para ella o solo le gustan esas formas de trazos elegantes?, imposible saberlo, pero me gusta pensar que hay toda una historia detrás del tatuaje, que no solo son unas figuras que le agradan, sino que tienen un significado especial para ella.
Hace un tiempo una amiga se hizo uno del mantra Om en sánscrito, no porque sea muy mística o algo por el estilo, sino solo porque le gusta la figura. Laura, una mujer que conocí hace poco, lleva un tatuaje grande y a color en la espalda; había sido el regalo de una amiga tatuadora para su cumpleaños. Nunca había pensado en hacerse uno, pero no dudo en aceptarlo como regalo.
Más tarde, una pareja de novios camina agarrados de las manos. De repente ella lo frena, se pone delante de él, cruza los brazos sobre su cuello y se empina para darle un beso. Se ve, por lo menos en ese instante, que suenan bien, son una melodía que funciona.
Luego, a lo lejos, se ve una mujer que camina lento en dirección contraria. Está oscuro y pienso en La Patasola. El beat de sus pasos es extraño, lleva un bastón y cojea. Más cerca, noto que su pierna izquierda produce un destiempo en su caminar.
Cada uno con sus tatuajes y notas musicales.
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