Luego hace un juego de palabras y dice que para nadie es un secreto que ama su trabajo, aunque para muchos su trabajo es un secreto. Berta menciona que ya perdió la cuenta de las horas extras y las noches que le ha dedicado a proyectos. Concluye que no se arrepiente en lo más mínimo y que no cambiaría nada de eso por dormir un poco más.
Continua.
Dice que a pesar de que hizo todo lo posible por dormir, a las 2 de la mañana su cabeza no paraba de maquinar ideas y estrategias para, quizás, uno de los proyectos más importantes de su vida.
Concluye que nada se iguala con dedicar su insomnio a lo que antes era un sueño y que ahora llama realidad.
A cambio de Berta yo si extraño dormir más. Hace rato que no duermo 8 horas seguidas y a veces siento que lo necesito. En ocasiones envidio la ambición y esas ganas de comerse el mundo que muestran personas como Berta. Me pregunto: ¿No debería aspirar a lo mismo?.
las historias de Berta se acaban y luego doy con la de otra mujer que comparte un video de una rueda de prensa Prince. El artista dice lo siguiente:
“Algo que quería decir es que... no se dejen engañar por Internet. Es genial acceder a la computadora, pero no dejes que la computadora te afecte. Es genial usar la computadora, no dejes que la computadora te use. Todos vieron matrix. Hay una guerra en curso. El campo de batalla es la mente y el premio es el alma. Tengan cuidado.”
Entonces me acuerdo de algo que anotó Anaïs Nin en sus diarios: “El peligroso momento en el que voces mecánicas, radios, teléfonos, ocupan el lugar de las intimidades humanas, y el concepto de estar en contacto con millones trae consigo una creciente pobreza en la intimidad y la visión humana”.
Y por alguna razón, llega a mi cabeza la melodía de una canción de Sheryl Crow: This ain't no disco it ain't no country club either…All i Wanna do is have a little fun before I die”
Entonces me pregunto: ¿Acaso no está bien solo aspirar a eso, a divertirse un poco antes de morir?
Concluye que nada se iguala con dedicar su insomnio a lo que antes era un sueño y que ahora llama realidad.
A cambio de Berta yo si extraño dormir más. Hace rato que no duermo 8 horas seguidas y a veces siento que lo necesito. En ocasiones envidio la ambición y esas ganas de comerse el mundo que muestran personas como Berta. Me pregunto: ¿No debería aspirar a lo mismo?.
las historias de Berta se acaban y luego doy con la de otra mujer que comparte un video de una rueda de prensa Prince. El artista dice lo siguiente:
“Algo que quería decir es que... no se dejen engañar por Internet. Es genial acceder a la computadora, pero no dejes que la computadora te afecte. Es genial usar la computadora, no dejes que la computadora te use. Todos vieron matrix. Hay una guerra en curso. El campo de batalla es la mente y el premio es el alma. Tengan cuidado.”
Entonces me acuerdo de algo que anotó Anaïs Nin en sus diarios: “El peligroso momento en el que voces mecánicas, radios, teléfonos, ocupan el lugar de las intimidades humanas, y el concepto de estar en contacto con millones trae consigo una creciente pobreza en la intimidad y la visión humana”.
Y por alguna razón, llega a mi cabeza la melodía de una canción de Sheryl Crow: This ain't no disco it ain't no country club either…All i Wanna do is have a little fun before I die”
Entonces me pregunto: ¿Acaso no está bien solo aspirar a eso, a divertirse un poco antes de morir?
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