Siempre me ha gustado ese momento a primera hora de la mañana en el
que ingreso a mi E-mail, para ver con que tipo de información me encuentro. Por lo
general, la mayoría de mails que me llegan son basura, producto de
múltiples campañas de E-mail Marketing de las que creo, como le comenté
en otro post, soy inmune.
Hace poco leí un artículo
donde afirman que el 90% de datos del mundo se ha producido en los últimos dos años, y que cerca de 800.000 escritos se producen justo en
este mismo minuto. Lo que significa que al año se producen 420 billones
de escritos o piezas de contenido.
Aparte de eso,
debemos sumarle todos esos E-mails de reyes Africanos que muy
desprendidamente quieren compartir su fortuna con nosotros, o los de
Amy bruce que aun continua con Cáncer. El otro día también me llego la
confirmación de un vuelo en helicoptero en Dubai para un señor
Rodriguez, y todavía me continúan llegando las facturas de un argentino
que parece se rehúsa a pagar su servicio de televisión por cable; también una vez me citaron a una reunión en un aeropuerto venezolano para hablar
sobre el tratamiento de viajeros posiblemente infectados con ÉBOLA.
Que cantidad de ruido "escrito" tan
impresionante contra el que nos enfrentamos hoy en día, y eso tan solo
por internet; la verdad resulta algo abrumador sumarle el frecuente bombardeo que recibimos de la televisión, la radio, películas, o cualquier pieza de narrativa contra la que nos enfrentemos.
Sin
embargo yo sigo a la espera de que algún día abra el mail, y me
encuentre con uno que me cambie la vida positivamente, por ejemplo, uno
en el que Jesica Alba me confiese que ya no puede vivir más sin mi.
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