jueves, 18 de septiembre de 2014

Notas

A mí me gusta sacar notas de las novelas que leo.  Esta actividad no tiene nada extraño, puesto que las notas no son apreciaciones mias, sino simplemente pasajes que por algún motivo o razón significan o adquieren un significado importante cuando las leo.  

Es probable que ahora lea algunas, y ya no signifiquen nada.  Eso me parece curioso, como algo en un determinado momento de nuestras vidas puede ser realmente importante y después ya no significa nada. Esto también pasa mucho con el amor.  Recuerdo que una vez tuve una novia a la que juré que nunca la iba a olvidar y que siempre iba a ser muy importante.  Lo primero obviamente paso, pues nunca olvidamos a las personas, y lo segundo fue una vil mentira pues no siguió ocupando tal puesto de importancia en mi vida.

Comencé con eso de las notas cuando estaba muy aficionado a toda la Mitología de Tolkien.  Uno de los últimos libros que compré en ese entonces fue "Las Cartas a J.R.R Tolkien", que es una recopilación de correspondencia de  cartas de fans, amigos, familiares, editores, etc. Lo interesante, por decirlo de alguna manera, de estas cartas es que Tolkien explicaba más a fondo todo el concepto de su obra.

Este libro en ese entonces costaba más de $60.000,  pero una vez entré a una librería y lo habían etiquetado mal y el precio que tenía era $8000.  Me acerqué a la caja, pase el libro y tímidamente extendí mí mano junto con un billete de $10.000.  La cajera miró el precio y lo único que dijo fue "mmm parece que lo etiquetaron mal", pero recibió el billete sin poder decir nada; en cuestiones de precio la etiqueta es la que tiene la última palabra.

Tal vez la fortuna de haber conseguido de esa manera ese libro, me empujó a eso de realizar notas.  Recuerdo que dure sacando estas más de un año porque las hice a mano, y a medida que leía anotaba lo que me llamaba la atención. 

Ahora, cuando el libro es físico, ya no soy tan juicioso sacando las mismas, pues es una tarea dispendiosa; caso contrario a cuando los leo en el kindle que guarda todo lo que voy subrayando.  

Muchas de esas notas me han servido para reforzar las ideas de lo que escribo, o simplemente hay algunas que recuerdo casi al pie de la letra.  Me gusta esa particular capacidad que tienen las palabras para incrustarse por siempre en la mente.

miércoles, 17 de septiembre de 2014

Caminar

 ¿Cómo camina usted? no me refiero al acto físico de poner un pie delante del otro, sino  a ¿cómo va andando a medida que esquiva los obstaculos que van apareciendo?  

Creo que todo es cuestión del camino que uno escoja y como decida caminarlo.  Pueden existir caminos fáciles  que los podemos recorrer a grandes zancadas, y otros díficiles donde podemos dar pasos pequeños, pero de acuerdo al destino seleccionado, tenemos la facultad y derecho de seguir o abandonar un camino.

Otras veces, en cambio, tomamos caminos "despejados", pero los transitamos casi arrastrando los pies, pues sabemos que no nos van a llevar al lugar que queremos. En ocasiones aceleramos  el paso esperando que todo cambie:

"Direction is so much more important than speed. 
Many are going nowhere fast." 

Creo que arrastrar los pies es sinónimo de cansancio y/o aburrimiento.  En dichos estados, lo mejor es cambiar de camino.

"I was trudging really. 
but I say striding because that captures the 
feeling of the thing." 
- Firmin, the adventures of a metropolitan lowlife" -
 


martes, 16 de septiembre de 2014

Aferrarse

La semana pasada me vi con un primo que hace poco tuvo un bebe con su novia.  Este tiene apenas 4 meses.  Siempre que interactúo con un niño pequeño lo que siempre suelo hacer es poner uno de mis dedos en una de sus manos para sentir como lo apretan.

Me gusta ese reflejo que tienen y sentir como se aferran al  dedo de uno, como si su vida dependiera de ello; de hecho me parece una de las pocas cosas interesantes que puede hacer un bebe porque por más que tratemos de interactuar con ellos, no van a responder ninguna de nuestras preguntas, así que, escuetamente, se podría decicr que dicha acción es la única donde intentan transmitirnos algún mensaje que va más allá de un posible "tengo hambre" o " me hice popó".

Siendo algo tan sencillo, creo que todos tenemos que aprender de eso.  A diario dejamos de aferrarnos a muchas cosas e ideas que nos agradan, pero que descartamos al creer que no son bien vistas por los demás.

Aferrarnos con todas las fuerzas a cualquier cosa que nos haga sentir bien.  Otro arte que debemos aprender a dominar.

lunes, 15 de septiembre de 2014

"Solo" vs. "Cuando yo diga ahh"

La semana pasada me subí a un taxi con una amiga, y la canción que estaba sonando me llamó la atención, pues me parecio chistosa (tenga en cuenta, estimado lector, que me divierto barato).  Era una  balada con la siguiente letra: "Solo, sencillamente solo, tan solo aburrido, loco y solo", y la frase terminaba casi en llanto, con un desgarrador "loco sin tus besos, loco sin tu cuerpo, bla bla bla"

 ¿Qué significa estar sencillamente solo?  ¿es sposible también, estar complicadamente solo? ¿Podríamos quedar locos solo por terminar una relación sentimental con alguien? Tal vez si se pierde a la otra persona de forma trágica, digamos, en un accidente automovilístico donde usted queda vivo y su pareja muere.  Creo que de esa manera si podríamos chiflarnos.  No veo ninguna otra razón válida que sustente la locura, por el simple hecho de no estar con alguien.  Semejante romanticismo apesta.
 
La canción es realmente mala, pero me parecio curiosa la letra.  Después de estar completamente mamado con la quejadera de la canción; el taxista, que al parecer estaba igualmente aburrido, la adelanto y la que la  remplazo fue "Cuando yo diga ahh", canción de un grupo que se llama Tropical Bravo (¡ja! buen nombre), la cual tampoco me gustó, pero es  mil veces mejor que la que canta ese señor que se encuentra aburrido, loco y solo.

Obviamente el ganador de este duelo musical fue "Tropical Bravo" con "Cuando yo diga ahh, Cuando yo diga ahh, Cuando yo diga ahh ustedes dicen ohh...Cuando yo diga ohh, Cuando yo diga ohh, Cuando yo diga ohh, ustedes dicen ahh".

viernes, 12 de septiembre de 2014

Desgualetao'

Desgualetao':  Aleatoriamente y/o en grandes proporciones Ejem: El disparó su arma a lo desgualetao'. 
La palabra corresponde a una de  ese grupo de palabras "inexistentes"  que me gustan utilizar, y que, según los eruditos de la RAE, no hacen parte del idioma español.   En estos días leí una entrevista de una mujer que publicó una novela, y habló sobre un consejo que le dio Ricardo Silva; más o menos era algo asi:  "Lo importante es escribir y nuca parar hasta que se termine, luego vendrán las resvisiones".  

Así debería escribir uno siempre, sin parar, que de cierta forma podría ser escribir a lo desgualetao'.  Escribir  como si las manos fueran la boca de un arma y el cerebro un cargador infinito de palabras; porque estas son el único proyectil "inofensivo" (en teoria no causan heridas superficiales, pero unas se clavan en alma como dardos envenenados) que podemos disparar cuando nos de la gana.  

Lo bueno de mostrar esta actitud de "Desgualetamiento", es que implica producción de algo, y por ende movimiento, actitud fundamental para no morirnos de aburrimiento. 

Tal vez le tenemos pánico a la misma, porque, lo desgualetao' implica imprecisión, y como todavía insistimos en querer tener la mayor cantidad de variables controladas, independiente de cual sea la situación a la que nos estamos enfrentando, no la adoptamos tan fácilmente.
 
El post que tenía en mente es uno que se va a llamar "Aferrarse" pero me senté y las palabras comenzaron a salir a lo desgualetao'.  A veces es mejor eso, no poner ningún tipo de resistencia a lo que sea que la vida nos va presentando, e imitar el comportamiento de  una Hoja Muerta.

martes, 9 de septiembre de 2014

"Chocosos"

Hace mucho, en la universidad, hubo una serie de charlas de empresas.  Cada expositor mencionaba, según ellos, las ventajas de cada una y por qué era bueno trabajar en las mismas.  Llegó el turno de exposición para Bimbo.  Una señora hablo alrededor de 20 minutos sobre la compañia, sus diferentes productos y como ha logrado posicionarse en el mercado colombiano.

Al finalizar, llegó la sección de preguntas.  Una de las primeras que le hicieron comenzó de la siguiente manera ...  ¿Según su exposición, el chocorramo de Bimbo...el resto de la pregunta no importa y ni recuerdo cual fue, pero el principio se me quedó grabado.

El producto al que hacia referencia esta persona es el "Chocoso",  muy similar en apariencia al chocorramo. Que bueno sería poder algún día llegar a crear un producto o servicio como el chocorramo, en el sentido en que se clave en la mente de los consumidores y a pesar del bombardeo de información de otras marcas, no se despegue nunca.

Si uno se pone a analizar sin ningún tipo de pretensión la pregunta, resulta completamente normal y  correcta; el chocoso es el chocorramo de Bimbo.  No podemos ir por ahí esperando únicamente diferenciarnos por el nombre de la empresa.  

Creo que esto también aplica a nivel personal.  más allá de donde se trabaje,  ¿qué es lo que cada uno de nosotros tiene para ofrecerle a la humanidad y que de cierta forma nos hace diferentes? Si no podemos responder a esa pregunta, todos somos una tracamanada de "Chocosos"

lunes, 8 de septiembre de 2014

Palabras transparentes

Hace un par de días,  mientras revisaba mi E-mail, me fijé que tenía 15 borradores. 15 mensajes que en algún momento pensé enviar y por alguna razón no lo hice.   Revisé un par y no tenían  nada escrito, solo la firma que tengo configurada.

Podría decirse entonces que esos intentos de mensajes contenían palabras transparentes, entendiendo estas como aquellas palabras que no fuimos capaces de escribir; que, por algún motivo, las guardamos en un cerebro que con tanta información y percepciones no sé como no falla.  

Algunas resultan ser completamente inofensivas, y quedan en el olvido, pero otras son como un gusano que lo carcome a uno por dentro y que a veces nos enferma.

Todos vivímos llenos de palabras transparentes.  Nos encantaría decirle a las personas lo que exactamente pensamos acerca de ellas, sin adornos, sin anestesia.  Cuando derrotamos esa "transparencia en las palabras,  a veces nos salen del corazón y otras veces del higado, estas últimas cargadas de bilis.

El punto es que no importa a que bando pertenezcan tales palabras, lo importante es que no deberían existir, pero siempre las vamos produciendo  y acumulando.  

Cuando no somos capaces demostrar el afecto que le tenemos a alguien, o nos guardamos una critica, o no contra argumentamos una opinión con la que no estamos de acuerdo, estamos produciendo de forma exagerada palabras transparentes.

Tal vez cuando usted logre sacar un par de palabras transparentes y estas, ya completamente nítidas, alcanzen a su receptor, es posible que lo tilden de quien sabe qué, solo por el hecho de tener la valentía,  escrita o hablada, de vomitarlas. Creo que el requisito mínimo para ocupar el puesto como humanos, es decir lo que pensamos, así duela o moleste a los demás.

Tal vez eso es lo complicado con las palabras transparentes, que llevan implícito un mensaje que no queremos oir; pero no tiene sentido alguno esperar recibir aplausos por todos nuestros actos.  Debemos cumplir el papel de antagonistas y dejar que otros lo ejerzan. 

Las palabras transparentes son una de las tantas cosas que tiene jodidas al mundo. Hagámosle un favor a la humanidad y saquemos algunas de nuestro sistema.