miércoles, 10 de abril de 2013

La fecha

Creo que uno solo debería escribir la fecha cuando se la pregunten en un formulario, de resto en ninguna otra ocasión.  Me acuerdo que muchas veces en la universidad, intenté escribir la fecha al inicio de cada clase, pretendiendo cierto tipo de orden cronológico. La encerraba en un rectángulo al cual le hacía efectos de dimensión de fondo (usted sabe, nada del otro mundo, solo que quedará como un bloque sólido), y ya, eso era lo único que me animaba a escribir la misma, el encerrarla en una figura ligeramente estética y dibujarla.  Algunas veces le hacia extensiones creando una figura de mayor tamaño.  Después de un tiempo, olvidaba anotarla,  y ese supuesto orden de iniciar los apuntes de cada clase con la fecha se iba al traste.

En la oficina tengo un cuaderno, en el cual a veces hago lo mismo y no se para que, pues siempre que quiero buscar algo que anoté en días previos, nunca me fijo en los rectángulos donde escribí la fecha sino que paso las hojas hacia atrás muy rápido, confiando en que mi escaneo visual me funcione, y siempre encuentro la información porque, uno: tengo presente la ubicación en la que la puse en la hoja, o dos: porque encerré la misma en un rectángulo para nada estético, exageradamente reteñido y el cual se encuentra bombardeado con flechas desde todos los lados.  En otras ocasiones no encuentro nada y no entiendo a que quería hacer referencia con alguno de los apuntes realizados; entonces cierro el cuaderno, cambio de tarea o voy y me sirvo un tinto.

Creo que voy a dejar de escribir la fecha, la verdad no me sirve para nada.


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