Yo veo muy poco fútbol. Esto no quiere decir que no me guste, pero no me apasiona tanto como a otras personas; empezando porque soy hincha del América de Cali y aparte de que es de otra ciudad ahora está en la B.
Tal vez usted se preguntará ¿y por qué diablos apoya a un equipo de otra ciudad? y yo le respondo con otra pregunta, ¿como usted cuando tiene alrededor de cinco años de edad y ve jugar a un equipo que tenía a: Cabañas, Bataglia, Falcioni y Gareca, no se aficiona al mismo? es que ese equipo si que era una tromba (otra buena palabra esta).
Bueno, este fin de semana mientras perfeccionaba el arte de cambiar de canal, di con el partido entre el Atlético y el Real Madrid y me quedé viéndolo. A los pocos minutos de haberlo sintonizado , presencié el zapatazo de Gabi con el botín derecho (mucho locutor de partido dentro de mi cabeza) desde fuera del área, que se sumergió en la red del arco defendido por Diego López. Puede ver semejante golazo en el minuto 1:10 de este video.
El punto es que muchas veces queremos hacerle goles a la vida, pero solo cuando vamos a la fija, es decir, queremos entrar con balón y todo dentro de su arco; y tenemos que reconocer que ese Ronaldinho que se saca hasta el arbitro y que todos llevamos dentro, a veces no se le da la gana aparecer.
Creo que es hora de que tomemos un poco de riesgo y comencemos a patear desde fuera del área. Gol es gol, pero los más bonitos siempre son esos balazos endemoniados que se patean desde lejos.
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