Con un vaso de capuccino en mis manos, busco una mesa , veo una, pero las mesas de ambos lados se encuentran ocupadas y no quiero tener a nadie cerca para no distraerme con sus conversaciones. Paso de largo pero finalmente no encuentro otro sitio y me devuelvo a la primera mesa que vi.
A mi derecha se encuentra un hombre trabajando en un computador. Por su vestimenta, lo defino como nerd, que vaina uno siempre juzgando a las personas, luego pienso que podría ser el próximo Mark Zuckerberg, Cuando uno se las suele dar mucho, llega la vida y le da tres cachetadas. probando que el bobo es uno.
Saco unas fotocopias y me pongo a leer, me concentro hasta que dos viejos, vestidos con trajes grises y corbata, sentados en la mesa a mi izquierda comienzan a hablar fuerte; uno, al parecer el lider de la conversación, le dice al otro en un tono burlesco y malicioso:
"Es que ahí es que tenemos que ponerles el dulce, para que lleguen como hormigas"
Al terminar la frase soltó un pequeña carcajada. Su amigo lo escuchaba sin decir nada, tal vez toda la estrategia del dulce le pareció, como a mí,un chancuco (excelente palabra esta). Antes de irse el hombre le mostró un papel a su compañero y le dijo: "es que mire, el logo de ellos es como una hormiga, tenemos que ponerles el dulce, tenemos que ponerles el dulce" y otra vez se hecho a reír.
Espero, en lo que me queda de vida, no tener que ver en lo más mínimo con esos ejecutivos de estrategias retorcidas y dulces.
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