lunes, 22 de agosto de 2016

Sigor-Cromo

Una vez trabajé en el sector de la Avenida Chile. Por las mañanas, luego de bajarme del bus, pasaba por un lugar donde se ubican varios emboladores de zapatos.

Uno de ellos, con un tono de voz muy similar a los que vocean el clásico “botella-papel” en las calles, invitaba a los transeúntes a sentarse en su puesto, mientras decía algo como: “Siga, siga, Sigoooor-Cromo, Sigoooor-Cromo.”

Siempre me causó curiosidad saber que era lo que decía y si yo entendía bien sus palabras. De pronto eran otras y mi caprichosa  imaginación decidíó convertirlas en "Sigor-Cromo".

Desde esa época pienso que ese es el nombre de un dios nórdico ¿Quién puede negar que Sigor-Cromo no sea un hermano de Odin, por ejemplo, o que tenga algún parentesco con Vitharr, quien, según información de una página web, es un dios silencioso,  casi tan fuerte como Thorrr y con un zapato grueso?.  Tal vez Vitharr buscaba a Sigor-Cromo para que le limpiara sus zapatos gruesos. Es posible que algunos emboladores le hagan plegarias, a Sigor-Cromo , pero ya es un tema que escasamente se toca en ese gremio y una tradición casi olvidada por completo.

Finalmente me quedé con la duda e instalé dicha fantasía en mi cabeza. Tal vez nunca quise corroborar qué era lo que decía para que mi teoría no se viniera abajo. Las ficciones, sobre todo aquellas de nuestra autoría, son necesarias para hacerle frente a los frecuentes embistes de la “realidad”.

Puede que Sigor-Cromo sea una marca de betún y la empresa que se lo suministra al embolador le da un mejor precio, siempre y cuando les haga ese tipo de publicidad callejera, que logra, como en mi caso, un fuerte posicionamiento.

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