Son las 6 de la tarde y por entre las calles se escurre en una masa de carros que, después del aguacero, se mueve lento.
Alcanzo a escuchar uno que otro bocinazo que sobresale entre los ruidos de la calle y los motores.
En un momento el aullido de una sirena acapara toda mi atención. Imagino que una ambulancia zigzaguea por entre los carros, los que le dan vía y los que parece no importarles quién vaya ahí adentro y cual sea su estado, y no hacen ni un mínimo intento por abrirle camino.
Cada vez que escucho el ruido de una sirena me pregunto: “¿A quién transportan?” ¿Qué le pasó? ¿Será alguien que está a punto de morir si no recibe atención médica pronto?
Puede que la ambulancia no transporte ningún paciente y que apenas se dirija a recogerlo, o puede que el conductor sea tan miserable, y que solo haya prendido la sirena para que le despejen el camino y pueda transitar más rápido, en fin, posibilidades hay muchas.
Pero enfoquémonos en la primera: la ambulancia transporta a alguien en un estado muy grave. Esa persona esta inconsciente y los paramédicos lograron estabilizar sus signos vitales, pero saben si no llegan rápido a la clínica, la posibilidad de que esa persona muera es alta. Son dos y el hombre o mujer que va en la camilla los mira asustados. No dice nada, pero seguro se pregunta: "¿Acaso voy a morir?
Siempre pienso en eso porque me parece extraño esos escenarios, es decir, que mientras yo estoy sentado enfrente del computador viendo un video, o me estoy tomando un café, en fin, no importa que este haciendo, el hecho es que me encuentro relajado; alguien en algún punto de la ciudad o del planeta experimenta una sensación totalmente opuesta y se juega la vida.
Pienso, por ejemplo, que mientras dormía hoy en horas de la madrugada, las sirenas de diferentes ciudades de ucrania se dispararon y sus habitantes, llenos de angustia, no sabían si un misil Ruso los iba a desintegrar en mil pedazos,
¿No les parece extraño eso? ¿Que mientras unos duermen a otros los consume la angustia?
Hay algo intrigante en esos extremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario