Menos mal que me acorde que en algún momento quise escribir sobre este tema. Acabo de borrar un escrito que no quiero publicar todavía , y me estaba entrando la angustia de no encontrar ninguna idea sobre la cual escribir. Pensé entonces, otra vez, narrar que no tenía ninguna idea, y mirar para donde arrancaba el escrito, pero ya he hecho un par de veces y no quería repetir.
Como ya lo he mencionado un par de veces en este blog, y no me cansaré de repetirlo, Juzgar es una de las peores actitudes que podemos llegar a tener. Lamentablemente esta se dispara automáticamente sin que podamos controlarla. Lo realmente malo de juzgar, es que aniquila, fulmina, detruye, en general aplasta cualquier intento de proceso creativo.
Igual no es una tarea fácil, y tratar de emular a un monje tibetano y sus altos niveles de paz y serenidad espiritual, no es algo que se pueda lograr de un día para otro, pero creo que con un poco de disciplina y ser conscientes al momento de juzgar, dicha conducta se puede mejorar.
El punto es que muchas veces decimos que somos muy relajados y abiertos de mente a cualquier tema, pero todo resulta ser una farsa y lo hacemos para guardar esa fachada supuestamente creativa y descomplicada que decimos tener, mientras que internamente, ciertas actutudes de otras personas continúan desestabilizándonos.
De nada sirve Juzgar de mentiras una actitud o conducta de alguien, si por dentro aun nos carcomen nuestras altas dosis de ego y envidia. Es hora, estimado lector, de Juzgar el Juzgar
No hay comentarios:
Publicar un comentario