A Mario le interesan todos los temas relacionados con crecimiento personal. Hace un tiempo se certificó como Master Coach.
Consiguió un trabajo que le apasionaba mucho en el que le tocaba dictar talleres a personas en búsqueda de empleo. Antes de que lo contrataran le advirtió a la empresa: “Tengo un seminario fuera del país, en las primeras semanas de septiembre, que pague por adelantado”. “Tranquilo, no hay problema”, fue la respuesta que le dieron.
Un mes antes del viaje le volvió a escribir a su jefe, para recordarle sobre el viaje. “Bueno, ahí miramos” le dijo.
La respuesta no fue convincente y faltando 8 días para el viaje Mario le envió nuevamente un E-mail para avisar sobre su viaje. Esta vez su jefe le dijo: “Ahh si bueno, ¿cómo hacemos? ¿Repones el tiempo los fines de semana?” la medio bobadita de 14 sábados. “Más bien hagamos algo” propuso Mario “que sea una licencia no remunerada o, mejor, como yo termino el contrato para mi fecha de regreso, ahí cortamos y volvemos a retomar”. “Ok Mario, mejor la segunda opción”.
Al volver al país, se dio cuenta que no le habían renovado el contrato. Le dijeron que tenía que esperar un mes. Al final se quedó sin ese empleo.
Hace unos días hable con él y me comentó que, mientras diseñaba un taller de manejo de conflicto, cayó en cuenta que había reprimido la rabia al enterarse que no lo habían contratado de nuevo.
“¿Entonces sentir rabia tiene sus ventajas?” le pregunte.
“Muchas” respondió “Le ayuda a poner límites, a no dejársela montar. Si uno la inhibe se termina culpando a sí mismo y termina por deprimirse.”
Parece que vivir, cada día se complica más: Sobrecarga de información, demasiada tecnología, relaciones, demasiados libros y textos que nos regalan paso a paso para alcanzar el éxito y la necesidad de encajar en un estilo de vida espiritual, son aspectos que nos enredan.
Es probable que todo el porno motivacional que consumimos día a día esté sobrevalorado. También necesitamos de la rabia, envidia y demás sentimientos oscuros para no enloquecer. Esas emociones negativas también son una gran fuente de creatividad.
“La energía para vivir viene del lado oscuro; proviene de todo
lo que nos hace sufrir. A medida que luchamos contra esas potencias negativas,
nos forzamos a vivir más profunda y plácidamente.”
- Robert MacKee -
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