martes, 25 de abril de 2023

Los imbéciles del 402

Antes en el 402 vivía D. un anciano que ponía a calentar ollas en la estufa y muchas veces lo  olvidaba, hasta que a los vecinos les empezaba a llegar el olor a quemado y avisaban a la portería.

Que miedo eso, no lo de quemar la comida sino lo de envejecer, en fin. D. ahora vive en una residencia para personas de la tercera edad. 

Luego el apartamento lo ocupo J. el nieto de D, un personaje medio alocado que se la pasaba de fiesta en fiesta. Esos eran los rumores y muchas veces los fines de semana se escuchaba música y voces en su apartamento.

Otros rumores cuentan que J. se fue a Estados unidos y que allá murió, quién sabe si de tanta fiesta o qué.

Luego P. el hijo de D. y tío de J., ocupo el apartamento por unos meses, pero por cuestiones de trabajo se tuvo que ir del edificio.

Ahora el apartamento está arrendado y después de un interrogatorio a los porteros, se sabe que viven dos hombres: uno mayor y otro menor.

Pues bien estos dos hombres siguieron la tónica fiestera de J. y el sábado pasado muy a las 2:30 a.m, cuando un dolor intenso me comía la cabeza, decidieron, con un grupo de amigos, al parecer todos hombres, cantar a grito herido canciones que también ponían a todo volumen.

Me despertaron con Living on a Prayer de Bon Jovi y cada vez que llegaba el coro (Whoa, we're half way there Whoa oh, livin' on a prayer) los imbéciles coreaban el Whoa como si su vida dependiera de ello.

Luego continuaron con The reason de Hobbastank, canción que me parece sonsa.

Y luego, para terminar de indignarme, cantaron Wonderwall, canción que, me parece, está sobrevalorada y me aburre demasiado.

Pues bien así siguieron hasta casi las 5 de la mañana  y no hubo ni celador ni policía que pudiera callarlos.

¿Por qué algunas personas son tan imbéciles?
 

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