miércoles, 2 de enero de 2013

De a $500

El año pasado nuevamente comencé a ahorrar monedas de 500 en la única alcancía en la cual he logrado dicho cometido, la cual tiene forma de guante, un corazón blanco y dice "You knock me out".  No tengo ni idea como llego esa alcancía a mi poder, ni si significa que noqueé a alguien o me noquearon de buena forma y hace mucho tiempo  en el cuadrilátero emocional.

La última vez que había emprendido dicha tarea, la llenada de la alcancía coincidió con la botada de un lente de contacto, entonces me tuve que gastar la plata en eso.  Más de malas no podía ser.  Además atenté con toda contra una de mis dos reglas sobre el ahorro en monedas de $500, que ahora también aplican para monedas de $1000.

Mí primera regla en cuanto al ahorro de monedas de $500 es que una vez usted llena la alcancía debe gastarse toda la plata en placeres mundanos, sin ningún tipo de remordimiento.  En aquella ocasión no tenía más dinero para el lente y por tal razón me toco invertir mí ahorro en el mismo, pero en esta ocasión le haré pistola a los lentes, aun más cuando la semana pasada en un episodio de alineación de planetas, encontré un lente que llevaba perdido una semana. !En tu cara destino!

La otra regla es bien sencilla, usted como hombre/mujer ahorrador(a) de monedas de $500 no puede forzar el ahorro.  Con esto me refiero a que a su alcancía solo deben ir a parar aquellas monedas que usted obtuvo como "vueltas".  A mí me parece chimbo cuando usted cambia un par de monedas por una de 500; yo sé que es una estupidez porque a la larga la moneda sigue siendo la misma,  pero pues he de serle fiel a mis reglas de ahorro de a  $500.


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